¿Por qué el 'dark romance' de Lucía Cojocaru, 'La esclava que amé', podría ser polémico y exitoso?

¿Qué es el dark romance?

Si hablamos en castellano, dark romance es un tipo de género literario, dentro del género romántico, que significa romance oscuro, por lo que alguna idea nos podemos hacer ya. Según Planeta de Libros, este subgénero hace referencia a un tipo de novela que mezcla romance y erotismo en mundos o escenarios violentos con personajes moralmente ambiguos. Este tipo de libros han pegado bastante fuerte en Tik Tok y también lo han hecho entre el público juvenil, aunque muchos tengan escenas +18.

¿Cómo he comenzado a leer dark romance?

Dado que el género romántico no es mi favorito, a pesar de que sí lo consumo mucho por cuestiones profesionales y por mi faceta más curiosa, no he leído hasta la fecha una gran cantidad de dark romance. Sin embargo, hace un año llegó a mis manos un librito sencillo en apariencia, pero potente en profundidad, de una escritora autopublicada con la que he venido trabajando (aunque este hecho no ha influido en mi opinión), Lucía Cojocaru. 

La novela se titula La esclava que amé y tiene un aire de cuento medieval con un romance bastante oscuro y, en ocasiones, polémico. Para mí, el punto fuerte de esta historia, que salva algunos otros pormenores de la escritura de la autora, ya que es su primera novela y en algunas partes se nota, es el aire trovador que tiene. No solo porque parece desarrollarse en una especie de Edad Media ficticia, sino porque parece una historia muy a lo Walt Disney. Pero cuidado, que a Micky Mouse le cortan las orejas.

La esclava que amé de Lucía Cojocaru.

El rey Zarek es, posiblemente, el rey más hermoso de todo el territorio. Pero también es cruel, muy cruel. Lucía es una joven campesina de bellos ojos azules y rubio pelaje que sueña con casarse, por fin, con el amor de su vida, otro campesino como ella. Pero Zarek solo tiene que verla de lejos entre la multitud para decidir que su destino será otro: si va a ser de alguien, será suya.

Alguna de las claves del éxito que esta historia podría tener, además de la ya citada por su narrativa en forma de cuento, es que nuestro protagonista principal, Zarek, es un hombre aparentemente sin sentimientos que pierde la cabeza, completamente, por una ingenua campesina. Los roles están clarísimos y los hemos visto en muchas historias: el hombre frío y poderoso con la mujer cariñosa e inocente. Aquí también se prevé el tira y afloja que será la tónica de toda la historia: el rey Zarek intentará someter a Lucía mientras ella se resistirá por todos los medios. 

Desobediencia, unión forzosa, relaciones de poder, amor y odio. 

¿Cómo había podido una niña enamorar a un rey? Y no a un rey cualquiera, sino a uno que muchos temían, un rey cruel al que, sin embargo, una simple niña podría dominar si quisiera.

Lo que puede parecer una muy segura historia de amor entre dos personas, de mundos distintos, que después de hacerse daño se enamoran locamente y terminan felices y comiendo perdices, acaba siendo algo todavía más turbio. Primero porque la forma de someter de Zarek a Lucía va a levantar muchas ampollas. Segundo porque el final es muy impactante. El final, otro de los motivos de éxito.

Hay violencia explícita, hay sometimiento, hay celos, venganza, hay comportamientos denigrantes y, entre toda esta amalgama de sentimientos oscuros, florece el amor. Quizás porque el amor es como esas florecillas que nacen en mitad del pavimento, por muy pisoteadas que sean.

Nuestra protagonista, que podría representar el lado amable de la historia, no es tan pasiva como viene siendo habitual. De hecho, sus iniciativas son las que llevan a un final inesperado. Esto me gusta. A pesar de que quizás sea la que más sale perdiendo y la que más nos va a cabrear de toda la historia, porque a veces sentimos más furor por la víctima que por el verdugo, Lucía es quien realmente provoca el gran giro de la historia. Y no será del gusto de todos.

Lucía Cojocaru consigue escribir una historia complicada y compleja de una forma muy sencilla y en pocas páginas. Le da ese aire de cuento de hadas oscuro y te genera muchas sensaciones en muy poco tiempo. Además, tiene una buena destreza para las descripciones sensoriales. Sí que he notado que es al primera novela de la autora porque, por ejemplo, la formación del amor entre nuestros protagonistas es débil, algunas cosas son evidentes y algunos comportamientos y escenas infantiles. Pero el futuro de esta autora tiene muy, pero que muy buena pinta.

Lucía seguía siendo suya, pero ya no como su reina, sino como su esclava.

La esclava que amé de Lucía Cojocaru es un dark romance sencillo, de una autora novel que apunta maneras, con escenas muy controvertidas, un impactante final, y un estilo narrativo que nos recuerda a cuentos como La bella y la bestia. Con intrigas palaciegas y un alto voltaje emocional, erótico, romántico y violento. Una historia que, con algunas cositas más pulidas, podría llegar, sin duda, a triunfar. Y a crear muchísimas opiniones contradictorias entre los lectores.

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