Debo confesar que me perdí la primera jornada de esta competición. Ni siquiera sabía que se estaba disputando, pues no frecuento las redes sociales en las que esta información se movía (principalmente Twitch). Y a la segunda jornada llegué tarde, un poco espoleado ya por el hype general y por ver si sabría reconocer al tal Enigma69, jugador sorpresa de aquella semana. Aun así, estaba un poco reticente y recuerdo que al poco de comenzar el visionado pensé: «Pues tampoco es para tanto esto». Al terminar la jornada, ya estaba deseando que llegara el siguiente viernes para conocer qué sorpresas traería el tercer capítulo de esta original y divertidísima competición cuyos creadores más ilustres son Ibai Llanos y Gerard Piqué.
Para empezar, la King’s League incluye en su reglamento la posibilidad de que cada equipo, con una plantilla inicial de 10 jugadores sacados del draft, se amplíe en dos más. Dos jugadores invitados, a discreción de cada presidente, uno de ellos para toda la temporada y otro que puede ser rotativo o no, o incluso esporádico. Por tanto, cada semana existe una gran expectación por saber qué equipo traerá a la bomba de la jornada, jugadores que igual ya no despertarían ningún interés para el fútbol profesional, o directamente retirados, pero que en este formato resultan absolutamente impactantes. En la jornada 2 ya vimos el caso de Enigma69, sobre cuya identidad especuló todo el mundo en redes (no se sabe quién era y seguramente la organización lo mantenga en secreto) y en esta última jornada lo vivimos aumentado con la aparición del Joker, un tipo disfrazado de payaso que actuaría como jugador número 12 del Kunisports, el equipo del Kun Agüero, y que resultó ser el propio presidente. En este sentido, y para crear todo este hype semanal, me parece un auténtico acierto el directo que realizan cada viernes en Twitch, en el canal de la King’s League. En él, de una manera sencilla y directísima, filosofía Twitch total, el dueño de la competición, Gerard Piqué, rodeado de los presidentes de los equipos (con lo que esto supone en términos de audiencia), anuncian el jugador misterioso de esa semana para que uno vaya pensando en quién será, así como de las novedades que van a incluir en el reglamento para esa jornada. Este es otro de los aciertos, si bien creo que corre el riesgo de acabar confundiendo a la larga al espectador, pero no cabe duda de que a corto plazo es muy divertido. Esta semana se incluía la llamada «carta de la liga», un sobre sorpresa que, de repente, y a dos minutos del descanso, te puede convertir el partido en un 5 contra 5, 4 contra 4… hasta un 2 contra 2.
Hace poco leí en Twitter que este
deporte era una mezcla entre el fútbol sala y el Mario Strikers, y que además
buscaba dar a los patidos un efecto parecido a cuando en el Mario Kart estás
llegando a la meta y te tiran un caparazón azul y te adelanta todo el mundo. Me
parece muy ilustrativo de por qué es tan divertido este juego. En este sentido,
otra de las características que hacen tan atractiva a la King’s League es que, al
incio de cada partido, los entrenadores sacan de un cofre una carta que
contiene un arma secreta. Este recurso, que puede ser usado a lo largo del partido
a elección de los técnicos, puede contener armas como un penalti a favor, que
los goles valgan doble durante dos minutos o la expulsión de un jugador rival también
durante dos minutos. Filosofía Mario Kart.
Pero no me
gustaría pasar por alto la calidad de sus jugadores, que la tienen. No son
estrellas rutilantes, pero los partidos son realmente divertidos también por la
calidad de su futbol. Logicamente, no es esta la principal razón por la que el
público se sienta a ver un partido de King’s League, porque sin todos esos
extras «circenses», y sin las cabezas visibles que tiene detrás, tal vez sería
un torneo más de fútbol siete, pero no dejo de pensar que ese ambiente se contagia
al campo y hace que veamos patidos realmente competidos y divertidos, jugadores
y entrenadores que son capaces de adaptarse tácticamente a una competición loca
y a unas reglas que no existen en el futbol que ellos han aprendido, y que lo
hacen realmente bien.
La King’s
League es, como el medio en el que se mueve, un formato en constante cambio,
que utiliza la actualidad para enviar un mensaje, para convertirse en un
trending topic, en lo que todo el mundo quiere ver ese día. Por eso Piqué llegó
al estadio montado en un Twingo, y por eso el jugador sorpresa de la semana
apareció difrazado de payaso y con dos malabaristas escoltándolo, en clara
alusión a unas declaraciones de Javier Tebas, presedente de La Liga, que dijo
que la King’s League era un circo. Unas palabras que de verdad creo que no eran
ni mucho menos un insulto, pero que han sabido explotar muy bien los
porganizadores y que van a marcar, me temo, la marca King’s League en lo
sucesivo. Ya se sabe que nada construye mejor nuestra identidad que las
palabras del enemigo, y ahí está el propio futbol profesional o la política
dejandolo claro desde hacer muchos años.
En lo puramente
deportivo, los Saiyans le hicieron un partidazo a Ultimate Móstoles y ya son
líderes de la competición. Seguramente fue el gran encuentro de la jornada, y eso
que uno ve jugar a Ultimate y le parece el equipo más profesional del circuito,
con muy buena circulación de balón y las ideas muy claras, y con Sergio García,
todo un campeón de Europa con aquella España de Luis Aragonés. Pero Saiyans empezó resistiendo sus embestidas y terminó por hacerse con el control del
campo y darle un revolcón 5 a 1 a la que era hasta entonces la escuadra más
sólida del torneo. Comparte puntaje con ellos 1K, equipo de Iker Casillas,
aunque con peor diferencia de goles. Los de la camiseta rosa le ganaron su partido
a los Jijantes de Gerard Romero con un espectacular Alberto Bueno. Acabo de
descubrir esta competición y ya estoy deseando ver el partido Ultimate Móstoles
contra 1K, aunque para ello habrá que esperar a la última jornada.
A mitad del
programa, llegó el momento más esperado. Se apagaron las luces, sonó música de
circo y salió el payaso. Se descubrió ante el propio Ibai, presidente del rival,
y se fundieron en un abrazo, preludio de otros gestos que se fueron dedicando
con el devenir del partido. No fue este Porcinos-Kunisports el mejor de la
tarde, pero sí el más divertido, prueba de ello es que fue visto por casi un
millón y medio de personas. Casi nada. Y en una tarde de Clásico. Algunos
todavía se estarán preguntando en sus tertulias radiofónicas que qué pasa.
Volviendo al fútbol, el Kun estuvo estelar. No todo el tiempo, pero sí cada vez
que tocó el balón. Tuvo varias ocasiones y acabó empatando el partido muy al
final. Se fue corriendo a hacer la mítica celebración de Riquelme (que Messi
recuperó en el Mundial) mirando a la cabina donde Ibai comentaba el partido de su
equipo, y este se la devolvió cuando se llevaron los tres puntos en los
penaltis, tras fallo del propio Agüero.
La King’s League es un formato terriblemente
divertido, y prácticamente todos sus partidos son emocionantes. Pueden jugar el
líder contra el colista, como sucedió esta jornada, ir ganando el líder 4-0 y
acabar sufriendo cuando el rival te juega un arma secreta de gol doble. Por su
parte, el futbol tradicional tiene a los mejores jugadores, pero adolece de un
tremendo sopor a ratos, sumergido como está en una época de exceso táctico que
acaba ahogando el talento individual, con lo cual, uno puede poner en la tele al
Manchester City para ver qué hace Haaland, pero seguramente acabará influyendo más cómo tenga el
día Guardiola.
Lo que desde
luego no creo que tenga comparativa posible es el apartado mediático. El
lodazal en que muchas veces convierte la prensa todo lo que rodea a ciertos
jugadores o entrenadores, las campañas para destituir o enfangar a quien no les
gusta, o las insinuaciones sobre la vida privada del cabeza turco de la jornada
son cosas que igual generan click bait pero que a la larga ensucian mucho el
producto qe le vendes al aficionado. Igual que el rollo de que al final es todo
culpa del árbitro. En
este sentido, me parece una buena idea que en la King’s League el VAR funcione
a petición de los jugadores, como el challenge del tenis, que el árbitro revise las imágenes en una pantalla gigante a la vista de todos y que lleve un microfono desde el
que el espectador puede escuchar lo que está hablando con el asistente y con
los jugadores. Algunas de estas ideas, por cierto, ya las proponía la tan
criticada Superliga.
Esta claro que
el futbol ha de ser renovado, porque está perdiendo espectacularidad y está
capando el talento individual, que al fin y al cabo es lo que lleva a la gente
al estadio. Pero también hay que renovar otras cosas que suceden alrededor del
futbol y que no forman parte puramente del deporte. En este sentido, personalmente,
espero que la King’s League haya llegado para quedarse. ¡Larga vida al circo!
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