Cuando preparábamos el tercer número de nuestra revista literaria, nos topamos con un tema que decidimos comenzar a indagar. Hace unas semanas, me llegaba un mensaje de nuestro entrevistado en el que me alertaba de que lo que preveíamos en la revista, se había hecho realidad:
99 NFTs de un libro de ensayo salían a la venta en nuestro país, en nuestra industria editorial, de la mano de una gran sello. Y se vendieron todos. En menos de dos horas.
Este libro era Anti-Marx, de Juan Ramón Rallo, iniciativa de la editorial Ediciones Deusto.
¿Qué incluía este NFT? Una cubierta única, los dos volúmenes en PDF y un encuentro privado con el autor. El precio de venta fueron 99€.
Por si hay algún despistado en la sala, un NFT hace referencia a todo esto del metaverso y sus múltiples variables. En concreto, un NFT es un producto que a través de la tecnología Blockchain te garantiza la propiedad, la autenticidad y exclusividad de la obra. Es decir que, por primera vez, un libro escrito por tu autor o autora favorita será tuyo y de nadie más. De todos modos, si queréis ampliar información acerca de todo esto y de sus proyecciones, podéis leer el tercer número de nuestra revista literaria en donde Óscar Talaván, uno de los cocreadores del podcast sobre NFTs con más éxito de los últimos meses, La madriguera del conejo, nos habla de ello.
¿Y por qué traigo a colación este tema? Personalmente, porque se abren ante nosotros un sinfín de preguntas y, según los seguidores de estas nuevas tecnologías, también un montón de posibilidades.
- ¿Qué dirección va a tomar la edición de libros?
- ¿Cómo se gestionarán estos contratos?
- ¿Qué lugar tendrá la autopublicación en el metaverso?
- ¿Dejará de ser la literatura un conocimiento accesible a todo el mundo y, por ende, atentará contra su propia esencia?
- ¿Nos hallamos a las puertas de una posible especulación agresiva con nuestros productos más amados: los libros?
- ¿Tengo que aprender más términos raros como agente literaria?
No es la primera vez que se lanzan en España ediciones de libros en formato NFT, pero Juan Ramón Rallo ha conseguido que este formato cobre relevancia o, mejor dicho, que se tome en serio, por su éxito de ventas y por el importante apoyo editorial que tiene detrás. Ahora bien, hay variables importantes a tener en cuenta para el lanzamiento de este y de cualquier otro tipo de iniciativa novedosa:
- El autor ya disponía de una importante comunidad y, deduzco, que dicha comunidad tenía conocimiento de la esfera NFT. Con esto quiero decir que si a mí me da por lanzar un tirada de libros tokenizados, primero tendría que explicarle a mi madre y a mi abuela de qué va esto.
- En segundo lugar, el hecho de que una editorial como Deusto ponga su apoyo detrás, te posibilita, seguramente, todo ese soporte que hay detrás de un NFT y que lo sostiene. Este es un punto interesante para mí porque igual que la edición tradicional gana a la autoedición en el sentido de que otros profesionales y toda una red editorial se encargan de temas como edición y distribución, así como marketing, liberando al autor de dichas funciones (en parte), que una gran editorial española comience a asumir estas nuevas tecnologías también permite que el autor/a no tenga que ser necesariamente experto en Blockchain, plataformas de venta de NFTs (en el caso de Juan Ramón Rallo, la editorial creó la suya propia) y otras cuantas cositas que se me escapan.
¿Y ya están comenzando, las editoriales españolas, a formarse en estas nuevas tecnologías? Lo que opinan, al menos, muchos editores, es que estamos ante las puertas de lo que se conoce como Web3 y que no estaría de más conocer su funcionamiento cuanto antes. En lo personal, creo que pronto en los contratos se contemplarán los derechos para la conversión de un libro a esta posible tecnología.
Supongo, entonces, que el papel de un agente no varía mucho en este sentido. Ahora asistimos a las cláusulas de cesión de derechos en soportes gráficos, en digital (enhanced ebook, bookapp,...), de traducción, de transformación y adaptación a otros sistemas informáticos y audiovisuales... y pronto a la tecnología Blockchain. Pero es algo que me interesa mucho ver reflejado en un contrato para saber cómo será la gestión de estas cesiones.
Por otro lado, la autopublicación también se irá apropiando de este nuevo modelo, no me cabe duda. A lo mejor, al inicio, muchos escritores y escritoras no cuentan con las herramientas (de las que ya hablamos en el tercer número de la revista) para crear un NFT de su libro, pero seguro que plataformas como Amazon ofrecerán este servicio, así como muchas editoriales de autopublicación. Y los propios usuarios también nos iremos haciendo más expertos en la materia. Igual que ahora contratamos a nuestros propios profesionales para que corrijan, maquete, hagan las portas de nuestros libros o incluso nos resuelvan los metadatos de las plataformas de venta para un mejor posicionamiento, pronto estaremos contratando a creadores de contratos inteligentes en la Blockchain.
Pero ¿es lo ideal? ¿Estamos llevando por buen camino a la literatura? No tengo una opinión formada al respecto, aunque parezca en esta publicación que estoy muy a tope con los NFTs. Mi corrector ortotipográfico está todo el día diciéndome que es el fin de la literatura como tal, libre y accesible para todos, pero hay mucho que matizar. Llevo años y años escuchando que el libro en papel va a desaparecer en pro al libro en digital y no ha sido así. De hecho, creo que le queda una vida muy larga y que va a ser difícil que desaparezca. Opino que esto va más bien de las múltiples modalidades que van apareciendo con los avances tecnológicos. Antes solo leíamos en papel, ahora leemos en papel, en digital y tenemos audiolibros, por ejemplo. Se van ofreciendo más formatos de lectura y los NFT parece que serán uno de ellos. Más privativos, exclusivos, con un valor superior y que pueden, sí, querido corrector ortotipográfico, limitar el acceso a la literatura siempre y cuando no haya más formatos disponibles. En el caso de Anti-Marx de Juan Ramón Rallo el libro está también disponible en papel y digital.
En nuestras manos estará que la literatura no se concrete en un ámbito privado, exigiendo siempre variedad de formatos (velando también por las bibliotecas públicas) y negándonos a firmar contratos en donde solo se contemple un formato de libro que dará acceso a unos pocos. ¿Lo haremos, queridos lectores y escritores?
Los editores, escritores, agentes y profesionales editoriales en general nos reinventamos continuamente. Antes no sabíamos de marketing online y, ahora, por ejemplo, somos todos unos cuasi expertos. No sé si tendré que aprenderme más términos raros como agente literaria, pero lo que sí saco son ideas, no para NFTs, pero sí para difusión de libros. Qué interesante eso de ofrecer distintas cubiertas a los primeros x compradores, o crear un evento privado para los lectores de un libro. ¿No se puede esto utilizar ya a nuestros formatos habituales? ¿Por lo menos lo del evento privado? Siento que los NFTs aportan también un pack experiencial que se incluye con el libro y que podemos aprovechar todos los que escribimos o difundimos literatura.
De momento, y ya como resumen de este artículo (tengo que escribir otro Paquita Salas me representa perdida en el metaverso), lo que diferencia realmente a un libro en NFT es la propiedad. Puedes revender un libro en NFT por este contrato inteligente que lo hace tuyo y solo tuyo mientras que hacer eso con un libro sin tecnología Blockchain está prohibido. Lo demás, se irá viendo...
Si hay algún experto en la sala sobre esta tecnología y quiere matizar o añadir cualquier comentario al respecto, así como corregir cualquier cosa en la que haya patinado como agente primeriza en el metaverso, soy toda ojos. Gracias.
7 Comentarios
Hola, es muy interesante lo que planteas. Matizar tan sólo que el token o nft lo que te otorga es la propiedad "digital", no los derechos de autoría ni distribución. Y, como apuntas, efectivamente, los tokens se pueden vender y, dependiendo del contrato en el que se sustengan, lo más estándar es que la persona autora del producto reciba el 10% o más de cada venta del NFT. Abrazos
ResponderEliminarCreo que las tecnologías son necesarias y han venido para ayudarnos a mejorar muchas cosas y a facilitarnos la vida. Ojalá sirvan para que el escritor tenga mejores ingresos en la cadena de distribución del libro y que se reconozca un valor más alto por el trabajo que ha realizado.
ResponderEliminarPuf, cada vez tengo más claro eso de "zapatero a tus zapatos". Escritor, a escribir, y luego a apoyarte en profesionales que cubran todas estas facetas del mundo editorial que es imposible abarcar.
ResponderEliminarGracias Eva.
Hola Eva. Gracias por intentar "meterme" en este complejo mundo global... la verdad es que la modernidad, no me seduce... prefiero conservar la simpleza del artesano que imagina una historia, y la lleva al papel... ¡¡ lo mismo que las vacas logran convertir hierva en leche!!
ResponderEliminarMe cansa esta modernidad fugaz en la moda, la música, la comida y demás "yerbas".
Nací en España en una gran casa de piedra, con una chimenea gigantes que permanecía encendida casi siempre, y jamás me olvidé de ella ni de mis padres leyendo al calor de la lumbre. Para ellos no hubo divorcios express, ni amantes, ni abogados ni separación de bienes... Murieron con sus manos dadas, y dando ejemplos "antiguos" a sus 8 hijos, respecto al amor, la armonía y los valores que la modernidad no conoce...
Prefiero aquello. Mil disculpas Eva, pero mis cinco novelas son simples, lindas y nutritivas cómo la leche de vaca...
Hola Eva. No le veo mucha utilidad para el mundo editorial, como no hablemos de "libros ilustrados" o productos híbridos (texto más obra artística digital). Sería un retroceso a la época pre-imprenta en la que los libros se copiaban a mano y cada copia era "única". No creo que los autores de textos quieran limitar su difusión porque su valor consiste en el impacto o en la influencia que logran en el público ¿Qué ganarían? Por otro lado, sería un intento inútil porque si se limitara el número de copias legales se incentivaría en la misma medida la copia pirata. Esta tecnología tiene más sentido como soporte para documentos clasificados que para el sector editorial. Lo que Rallo hace de incluir una entrevista/consultoría se puede hacer sin blockchain, es más una especie de "contenido adicional" que ya se viene usando en el sector y creo que eso tiene más sentido: la convergencia entre el libro papel y los medios digitales.
ResponderEliminarHOLAAAA
ResponderEliminarHace un tiempo estudie por tiempo corto los nfts token criptomonedas etc, pero cuando todo empezo a perder valor lo deje, nunca he comprado nfts pero tengo criptomonedas y en eso fue lo que me enfoque n.n no sabia nada del mundo literario también estaba en ese mundo
Hola Eva, años atrás tuve oportunidad de acceder a la computadora Skynet, sí la misma que toma el control de la humanidad en la película Terminator, y lo que vi me dejó helado, sobre todo porque es cierto que los avances tecnológicos terminan revirtiéndose a la humanidad (siempre buscando controlarla), así que espero que ese proyecto yanky no lo haga, sin embargo, ejemplos de como lo que en su momento se consideran avances tecnológicos, con los años mutan en situaciones que se salen de control: el invento del cd y el mp3 fueron cacareados como una gran revolución en la edición de la música, sin embargo, se "revirtió", dio paso a la piratería y hoy la industria disquera está en una crisis de la que nade la salvará. Me temo que lo mismo sucederá con la literatura: propiciaron la conversión de libros a formato pdf, luego a ebook, ahora en audio libros y ahora están inventándonos los NFTs y tecnología Blockchain con la posible advertencia de que las editoriales podrían ser afectadas, pero reflexionemos solo un detalle, de los quizá muchos que vendrán: ¿por qué surgen los escritores independientes? porque editoriales como Planeta se convirtieron en monopolios y empezaron a manipular el mercado de manera de que ahora solo se publica a potenciales superventas, pero eso ya generó un impacto, pues no todos los escritores independientes tienen calidad literaria y estamos padeciendo la publicación de miles de libros que contribuyente a la la deformación del lenguaje y con el tiempo, como todo libro que sirve de formación intelectual a mucha gente, aprenderán a escribe igual de mal o peor que esos autores. Sin embargo, gracias a ve tú a saber qué demonio sumerio, los NFTs y tecnología Blockchain afectarán la obsesión de los grandes consorcios editoriales de solo hincharse los bolsillos, como cualquier empresa, mientras que a los lectores nos mantendrá en la eterna búsqueda de libros y/o autores que tengan verdadera calidad literaria, ya que la mayoría de las grandes editoriales, salvo contadísimos casos como Anagrama, solo se dedican a embaucar a sus lectores publicando basura que garantice que se venderá, sin importar su calidad literaria. Finalmente, te dejo una reflexión que aunque no venga al caso, sí concierne al mundo editorial: ¿cuántos autores que optan por la publicación independiente quieren ser escritores famoso, cuando en la actualidad en el planeta cada día se lee menos, como por ejemplo en méxico, cuyo promedio de lectura de libros al año por persona es de .5 libros, esto es, no se le más que lo que corresponde a la mitad de un libro?... saludos, Alfredo García
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G R A C I A S por leer mis publicaciones y querer compartir tu opinión conmigo. Eres muy importante en mi Reino.