Si comienzo esta reseña diciendo que he disfrutado mucho del libro Aventuras y desventuras de un actor en Los Ángeles de José Torresma, me quedo corta porque, realmente, me lo he pasado chachi piruleta. Que es algo así como el máximo escalón del disfrute. Durante la lectura, que se puede llevar a cabo en una tarde, he aprendido, he vivido experiencias (y esta es una de las propiedades mágicas de los libros: vivir otras vidas) y me he sorprendido con el elenco de anécdotas que el actor Torresma tiene para contar.
Sabía perfectamente cuál sería mi opinión sobre el libro al abrir la primera página. En ella, encontramos a un Torresma sincero. A bocajarro, nos cuenta cómo se encontraba en el momento más desalentador de su vida cuando decidió marcharse a Los Ángeles. A mí me pasó una cosa muy parecida cuando comencé a dedicarme al mundo editorial; estaba en una época oscura de mi existencia. Además, me sorprendió descubrir que ambos compartimos una línea argumental similar: un amigo fue quien encendió la chispa en nosotros. En su caso, su amigo le alentó a salir fuera de España, aunque Jose todavía no sabía que cruzaría el océano Atlántico y, a mí, una amiga me instó a abrirme un blog, sin saber que se iba a convertir en el motor de mi vida. En los libros encuentras similitudes que son toda una sorpresa tanto para el lector como para el autor. Y os daréis cuenta de que Aventuras y desventuras de un actor en Los Ángeles es un viaje bidireccional, un intercambio entre tu vida y la de Torresma.
Uno de los puntos fuertes de esta autobiografía es, sin duda, la ambientación. No tenemos que esperar mucho para viajar hasta Santa Mónica y Los Ángeles (EEUU). Pronto, comenzamos a familiarizarnos con lugares como The Michelle Danner Studio (la escuela de Jose), el Walk of Fame, el hotel Beverly Hilton, los mercados Gelson's o el New Beverly Cinema. Para amantes de la cultura estadounidense esta obra es una delicia porque Jose Torresma habla de localizaciones muy concretas y, realmente, consigue que nos transportemos hasta ellas. Pasear por las calles y lugares de estas ciudades se ha convertido en mi hobby favorito durante la lectura. Además, te cuenta anécdotas de cada una de ellas, así como curiosidades e historias. Tengo medio libro subrayado y eso que nunca he sido muy admiradora de EEUU.
Otro gran logro de Aventuras y desventuras de un actor en Los Ángeles es la forma en que Jose te explica absolutamente todos los pasos que ha tenido que ir dando en su viaje, desde la Embajada de EEUU en Madrid hasta la póliza de seguros en el país extranjero. Y, personalmente, me parece una gozada, porque sirve de manual de referencia para quienes quieran montarse una experiencia como la de Torresma, a la par que alimenta la curiosidad de quien solo desee viajar con la imaginación. Me ha sorprendido la cantidad de cosas que hay que tener en cuenta cuando te quieres ir a vivir a un país extranjero y dado que no todo el mundo te las cuenta, Aventuras y desventuras de un actor en Los Ángeles aumenta, por este hecho, su valor. Advierto que no es aburrido, ya que el autor lo enfoca desde su punto personal y esa primera persona tan desenfadada e inocente hace que la lectura sea muy amena. Me gusta la palabra inocente para describir la prosa de Torresma porque, en verdad, es el libro de alguien muy entusiasmado con su historia, que cuenta las cosas tal y como son, con la sinceridad de un niño, ya que en eso nos convertimos cuando hacemos algo por primera vez, volviendo, de alguna manera, a la mente curiosa de la infancia.
Para quienes seáis amantes del cine o queráis emprender una carrera de actor o actrices, esta obra es, igualmente, imprescindible. Seguiréis los pasos de un actor en el extranjero, los contactos de este con sus primeros castings, representantes, shows y otras muchas aventuras. Desde el primer capítulo tenemos ya muchísima información acerca de Estados Unidos, del mundo del espectáculo y de un extranjero en tierras americanas. Me encanta también que use los términos americanos directamente como showreels y que tenga la consideración de explicárnoslos.
¡Estoy fascinada!
Teniendo en cuenta que, además, a José Torresma le han pasado cosas increíbles, como charlar con Clint Eastwood o que le metan mano en un autobús (aunque, esto último, te puede pasar perfectamente aquí), el libro se hace divertidísimo. Quizás estoy abusando de los superlativos, pero es que la obra es lo que me suscita. No podemos olvidar que es una autobiografía y que estamos leyendo las historias de una persona real.
Por último, me gustaría comentar lo mucho que he disfrutado con las curiosidades que Jose Torresma incluye en Aventuras y desventuras de un actor en Los Ángeles. Lo he dicho un poco más arriba, pero quería subrayarlo. No se centra únicamente en él, sino que también deja un trocito de historia de todas las personas que ha conocido durante su experiencia. Rescata la historia de un conductor de Uber que le relató cómo conoció a su esposa (precisamente así, dentro de un coche) o cómo los trabajadores del New Beverly Cinema le contaron que Tarantino (mi director de cine favorito, dicho sea de paso) se colaba en sus salas de incógnito para disfrutar de una buena sesión de cine.
José Torresma me ha hecho soñar con Aventuras y desventuras de un actor en los Ángeles. Me ha hecho soñar, precisamente, con el sueño americano. Me he visto a mí misma recorriendo las calles de Los Ángeles, comprando en Bob's Market, repartiendo flyers de Lyft por Santa Mónica Pier y deseando triunfar en una industria feroz como es el cine. Me he sentado en la butaca de al lado a la de Tarantino, he confundido a un imitador con Johnny Depp en el Paseo de la Fama y he viajado con el aventurero Torresma a través de las letras de su libro. Solo puedo recomendar esta obra, escrita con inocencia, repleta de sinceridad y aderezada con un montón de humor.
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