El mar está lleno de peligros, eso ya lo sabíamos, pero casi ninguno de los que aparecen en la nueva entrega de la serie del Albatros es muy conocido. Ni siquiera los piratas, un estereotipo irreal al que llevamos décadas alimentando y que, si nos ceñimos a las novelas de Federico Supervielle, ha envejecido bastante mal.
El verano es tiempo de aventuras,
de vivirlas o, por lo menos, de imaginarlas si hace demasiado calor. Piratas,
contrabandistas, tesoros, barcos fabulosos, batallas y héroes llenan las
páginas de muchas de las lecturas preferidas para sumergirse en estos días tan
propicios para dejar que nuestra imaginación vuele. Federico Supervielle Bergés,
autor gaditano, natural de El Puerto de Santa María, le da un aire renovado a
la temática de las aventuras náuticas con su nueva novela, El submarino delnarco, la última entrega de la serie del Albatros, con la que participa en
el Premio Literario Amazon Storyteller 2021 y que ya ha sido incluida entre las mejores novelas del verano por medios como La voz de Cádiz.
Y, ciertamente, la temática de
los piratas ha cambiado mucho, igual que lo ha hecho todo lo que tiene que ver
con el mar, si bien nunca ha dejado de ser un escenario en el que se concentran
buena parte de los intereses geoestratégicos mundiales. «La gran mayoría del
comercio mundial se hace por mar; casi todo lo que usamos día a día nos ha
llegado por barco, y eso hace que las actividades ilícitas también abunden»,
asegura el escritor, que rechaza el viejo estereotipo de piratas que el lector
suele tener en una entrevista otorgada a The Citizen: «En lo esencial, han cambiado poco: sigue siendo gente dispuesta a
casi todo por obtener un beneficio económico ilícito. Desde luego, se parecen
poco a la idea romántica de los piratas que nos han transmitido algunas novelas,
películas o series, pero dudo mucho que esa fuera la realidad de la piratería
entonces».
Pero no solo de piratas va El
submarino del narco; Federico Supervielle dibuja un minucioso retrato de
los intereses que hay en juego en los mares, así como de los actores que en él
intervienen. Actores como los narcotraficantes, capaces de proveerse de
recursos militares de primer orden contra los que los gobiernos deben luchar.
«Es cierto que los narcos no son terroristas: su objetivo es hacer dinero y no
ganan nada enfrentándose con nadie. Pero está más que demostrado que pueden
construir submarinos, y no me cabe duda de que podrían armarlos si quisieran.
Hay narcosubmarinos semisumergibles que han cruzado el Atlántico para llegar a
Galicia, y se han encontrado submarinos puros con capacidades equiparables a
las de submarinos militares. Estoy seguro de que, si ven amenazadas sus rutas
marítimas, bien podrían usar la fuerza para defenderlas».
Este panorama Supervielle lo
conoce tan bien gracias a sus años en la Armada española, donde ha servido como
oficial y participado en diversas misiones antipiratería. De estas
experiencias, le surgió la idea para dar vida a su saga. «He estado dos veces
en Atalanta, la misión contra la piratería de la Unión Europea en aguas de Somalia,
y en un despliegue cooperativo en África Occidental. Creo que una de las cosas
de las que no eres consciente hasta que estás allí es de la enormidad del
océano y lo vulnerables que son los barcos mercantes», rememora el autor.
Supervielle afirma en Diario Siglo XXI que no habría podido escribir sus novelas sin el bagaje que
le ha proporcionado servir en la Armada, y se muestra convencido de que este
género es disfrutable tanto por entendidos en la materia como por aficionados: «Pienso
que es una historia trepidante y que todo el mundo la puede disfrutar; alguien
que no domine el tema puede leerla sin problemas, y para los más expertos
ofrece algunos datos interesantes y una aproximación a cómo enfrentarse a un
submarino, el enemigo más temible que puede tener un barco».
Toda la ilusión que muestra a la
hora de hablar de El submarino del narco también la plasma en el trabajo de creación, implicándose
en la edición incluso de la misma. Este afán de proteger su creación literaria
es quizá el motivo por el que ha optado siempre por la autopublicación con
Amazon. «Siempre he autopublicado y estoy muy contento. Mantener un control
absoluto de las cosas que hago es parte de mi personalidad y es algo que la
autopublicación te permite hacer. Me encanta saber cuánto vendo día a día, para
así averiguar qué acciones de promoción son más eficaces. Es un lujo poder
actualizar el manuscrito, la portada o la descripción del libro cuando quiera»,
confiesa Supervielle en Top Cultural, que se muestra también encantado con las facilidades para
participar en el Premio Literario Amazon Storyteller 2021: «Me parece una
iniciativa magnífica porque es mucho más flexible que los concursos habituales.
Prácticamente lo único que tienes que hacer es publicar dentro de las fechas en
las que está abierto el concurso y ya estás participando. Los concursos
tradicionales te obligan a que la obra sea inédita, con lo que no la puedes
publicar hasta que el concurso haya acabado, y, además, se suelen reservar el
derecho a quedarse con tu obra, así que puedes no ganar el concurso y, aun así,
perder tu novela. Por eso me encanta el Premio Literario de Amazon: publicas
con normalidad, con todas las ventajas de autopublicar y, además, te dejan
participar en el concurso. ¡Es genial!».
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