Segundas oportunidades, lugares de ensueño y un amor de la infancia, así querría resumir la obra participante del Premio literario Amazon Storyteller 2021 que se mantiene en los primeros puestos del ranking desde su lanzamiento (ya lo dije en la publicación de la primera semana del concurso), Mil veranos contigo de Elsa Jenner, pero me temo que eso sería quedarme corta. La novela de Elsa no es solo una historia de amor en una ubicación bonita, sino un disparo directo al corazón.
Reconozco que cuando terminé de leer Mil veranos contigo mi mundo quedó patas arriba. Soy muy pasional con las lecturas y cuando encuentro algo como lo que Elsa Jenner ha hecho, me vuelvo loca. Las situaciones, diálogos, encuentros y despedidas que la autora consigue reflejar en estas páginas son parte de la vida de todos porque, como dije en el comentario que automáticamente dejé en Amazon, da igual si tienes pareja, amigo, amante o animal de compañía, en algún momento te verás reflejado/a entre las páginas y vas a conectar con lo que sucede en la historia.
Pero vamos a ponernos en contexto. Idaira es una mujer que ha conseguido dejar su pasado atrás. Por fin ha salido de Las Islas, en donde no tenía ningún tipo de futuro, y es una mujer de éxito en la capital del país, Madrid. Allí ha conocido al que será su futuro marido, un empresario con mucha pasta que la quiere con locura. Sin embargo, el día en que celebra la fiesta de su pedida de mano, se encontrará con su amor de la infancia.
En este punto puede que muchos de vosotros esté poniendo los ojos en blanco porque prevé la típica historia de amor, pero Mil veranos contigo de Elsa Jenner es mucho más que eso: es una patada en el culo para que salgas de tu zona de confort. Así de claro. Aún así, dejadme que retome el componente amoroso, porque qué bonito cuando alguien recrea con cariño y respeto un romance de la infancia y la adolescencia, un romance que se fragua desde la más sincera amistad. Eso son Idaira y Alram, amigos sinceros que, aunque no pueden evitar lanzarse pullas desde el momento de su reencuentro, mantienen muy presente todo lo que fueron el uno para el otro. ¿Puede romperse algo que comienza construyendo un castillo de arena en la playa?
No tengo claro que este sea un ejemplo de enemies to love, porque a pesar de los diálogos desafiantes, que me encantan y que Elsa desarrolla con destreza, ambos se quieren desde siempre. Una de las mejores cosas es, junto a los capítulos cortitos, las conversaciones.
¿Y qué hacemos con el futuro marido de Idaira? Si fuera el único... Pero en la historia también se cruza Bianca, la mejor amiga de Idaira, que acaba teniendo un rollo con Alram. ¿Quién dijo que esta historia fuese a tener un final feliz? Eso tendrá que averiguarlo al lector, mientras tanto, tendremos que hacer unos cuantos viajes a las Islas Canarias para ir resolviendo todo este asunto porque si algo queda claro en esta historia es que una no puede escapar del todo de sus orígenes y, por eso, hacer las paces con ellos es imprescindible. Idaira había conseguido todos sus objetivos, ya que todas las mujeres, y Mil veranos contigo es una historia, sin duda, de mujeres, se merecen alcanzar el éxito que ellas mismas se propongan, sin embargo, la protagonista nos lanza también una advertencia: alcanzar el éxito no puede ser sinónimo de perderse a una misma en él.
Además de llevarme una historia de amor llena de momentos cumbre, Mil veranos contigo me ha dejado muchas reflexiones. La anterior es una de ellas. Elsa Jenner también toca otros temas como las consecuencias que los problemas familiares pueden tener en la infancia o, incluso, la prevención del cáncer. Pero, sobre todo, esta historia te aumenta las ganas de vivir. Te regala la sal del mar para curar las heridas, los atardeceres hipnóticos para soñar sin límites y las tablas de surf para sortear las olas de la vida.
No os lo he dicho todavía, pero Alram es surfista, uno de esos guapos que se sienten almas libres. Ese será su mayor problema con Idaira, no ser capaz de dejar atrás su Isla y su mar, y querer vivir siempre sin preocupaciones ni obligaciones, disfrutando únicamente del presente. Idaira también surfea, no creáis que esto va a ser solo cosa del chico guapo, y lo hace muy bien, pero hace tiempo que se hizo un moño bien apretado en la cabeza y eso de desmelenarse lo ha olvidado por completo. ¿Cuántos de nosotros no estamos en esta última situación?
Así que Idaira tendrá que soltarse el pelo y Alram tendrá que entender otros puntos de vista antes de que esto converja en una empresa próspera. También tendrán que hacer algo con el futuro marido y con la mejor amiga, que sin saberlo ni quererlo se han metido en una historia de dos. Mientras tanto, nos vamos de vacaciones en Mil veranos contigo de Elsa Jenner a las preciosas Islas Canarias y los sitios más emblemáticos de Madrid. Y es que...¿A quién no le apetece un champán, por ejemplo, en dos vasos de plástico en el Templo de Debod?
1 Comentarios
En una furgo como la de la portada, era una DKV azul celeste, pasé un verano por el sur de Francia con mis amigas ¡Inolvidable! 🥰😁
ResponderEliminarSólo por los recuerdos que me trae, me lo anoto.
Besos.
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