He terminado de leer Breve crónica de una paulatina desaparición de Juliana Kálnay, y me hallo en la tesitura de cómo reseñar un libro raro. A lo largo de nuestro bagaje como lectores, vamos a encontrarnos obras que están fuera de nuestra zona de confort. Normalmente, estamos acostumbrados a argumentos que no requieren demasiado esfuerzo mental: estas son las novelas que nos divierten. En otras ocasiones, podemos experimentar cierto regurgitar mental cuando un libro nos tiende una mano más allá del argumento: estos son los libros que nos hacen reflexionar. Y, eventualmente, vamos a toparnos con novelas que parecen un cuadro de Kandinsky: estas son las novelas raras, novelas que no entendemos del todo.
Cuando algo no se entiende, tendemos a calificarlo negativamente. Es decir, como yo no he entendido el argumento, no es una buena novela. Sin embargo, si realmente queremos ser reseñadores con criterio, tenemos que mirar la novela de forma global porque hacer una reseña va más allá del gusto personal de la persona que valora. Y esto es lo que nos puede convertir en buenos o en malos reseñadores. Me ha dado mucha pena que la única valoración en castellano que he encontrado de esta obra sea una crítica literaria que puntúa el libro con un 0,5 de 5. ¿Qué nos hemos dejado por el camino para dar una puntuación tan baja a este libro?
En primer lugar, no hemos prestado atención al género. El género nos da muchas pistas de qué tipo de novela nos vamos a encontrar y en base a qué reglas se va a construir dicha obra. Esto es más importante que el título. Un libro puede titularse Breve crónica de una paulatina desaparición y no tener nada que ver con una novela policiaca, aunque en él aparezca la palabra «desaparición» y por tanto, tendamos a etiquetarlo dentro de ese género. Del mismo modo, un libro se puede titular Ataque de amor (me lo acabo de inventar) y no tiene por qué ser una novela romántica.
Breve crónica de una paulatina desaparición me pareció un guiño a una novela de Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada, pero, mi primer cometido, fue interceptar ese juicio. A las novelas hay que ir con el territorio abierto. Siempre. Y efectivamente, cuando ahondé en la obra que me iba a leer, descubrí que el género de esta novela es el realismo mágico (tenéis razón, con este género no me alejo tanto de Gabriel García Márzquez) y la literatura del absurdo. Si tras descubrir el género sigo pensando que me voy a encontrar con una obra policiaca, evidentemente, el libro me va a decepcionar.
Así pues, recapitulemos:
1) Si vas a leer un libro para tu disfrute, adéntrate en él con los esquemas mentales que te dé la gana. Si vas a leer un libro para reseñarlo, infórmate primero.
2) El género te dará más información sobre la novela que el título.
Cada género tiene unos requisitos y unas reglas sobre las cuales la novela se va a construir. El realismo mágico es una corriente literaria, impulsada sobre todo por la narrativa iberoamericana, que se basa en retratos realistas en donde se cuelan ciertos elementos mágicos que no se entienden como tal, sino como algo totalmente normal. En Breve crónica de una paulatina desaparición encontramos por ejemplo a un vecino que se convierte en árbol, pero que a nadie sorprende, ni si quiera a su mujer, quien lo riega y lo habla como si siguiese siendo su marido. Algunas novelas de realismo mágico en la web son En la calle Mayor, de Virginia Gil o El cerezo de las dudas de Carmen Maritza. Y la literatura del absurdo se caracteriza por representar el sinsentido, es decir, cosas contrarias a la razón. Si te nombro a Franz Kafka, quizás puedas hacerte una idea de este tipo de género.
Atendiendo a estas características, sabemos que debemos contemplar Breve crónica de una paulatina desaparición de forma especial. No podemos valorar la novela buscando un orden en el argumento, porque no lo tiene, ni tampoco en virtud de lo plausible de los hechos que se narran. Las características que tenemos que apreciar son: el tratamiento de las situaciones absurdas (como el hecho de que en el ascensor del vecindario sea la casa de un hombre y tenga dentro hasta un sillón), la capacidad para desconcertarnos (como no saber exactamente quién es el que desaparece: si es una niña, un animal o una metáfora), la fuerza de las metáforas (qué quieren decir realmente), los elementos mágicos (como esos vecinos a los que nadie ha visto pero que existen por los ruidos que se escuchan en el piso) y el sentido de la obra, porque toda novela tiene un sentido, un propósito, aunque sea absurdo.
Así pues, una vez que sabes previamente a qué te vas a enfrentar con la novela que reseñas y que conoces bien las reglas del género:
3) Debes desglosar esas reglas para evaluar la obra en virtud de ellas.
Breve crónica de una paulatina desaparición es totalmente desconcertante, con unas situaciones absurdas que te dan ganas de abandonar la lectura, pero con una imaginación tal que un cuadro del Bosco estaría muy cerca de representar lo que esta autora tiene en la cabeza. El libro está lleno de metáforas, lo cual es siempre un pilar fundamente para mí a la hora de valorar una novela. Si una novela tiene metáforas, es más novela. Esta no es una regla fija, pero cuando os falle el argumento y no conectéis con un libro, fijaos en las metáforas porque hablan del trabajo artístico que hay detrás.
4) Las metáforas dan pistas de si una obra está bien trabajada o no.
Un escritor que es capaz de hacer metáforas, es un buen escritor, y podemos estar seguros de que maneja al menos la construcción artística. Juliana Kálnay se escuda tras sus metáforas y el lector quieren asomarse a ellas. Puede que el argumento no tenga ningún sentido, pero no creo que nadie quiera huir de descubrir el sentido que sí tienen las metáforas. Este libro no es su todo, sino que son sus partes.
Para encontrar el sentido de la obra, a veces, hay que conocer al autor. A mí me gusta mucho también investigar sobre el autor o autora, para entender un poco más su mundo. Por ejemplo, cuando conoces a Mathias Malzieu (y si quieres, puedes conocerlo un poco más leyendo Una sirena en París: las claves del libro de Mathias Malzieu), ves un reflejo de él en cada libro que escribe. Con Breve crónica de una paulatina desaparición la suerte no juega de mi parte y no hay apenas información de esta autora en la red. Estaría bien que la editorial nos acercarse más a la escritora para que el libro no se nos haga tan distante. Editoriales, por favor, acercarnos a vuestros escritores/as. Pero ahí te dejo otra pista para hacer tu reseña de ese libro raro:
5) Muchas veces, un libro se puede explicar también a través del mundo del escritor/a.
Y para finalizar, tienes todo el derecho del mundo a dar tu apreciación subjetiva sobre la obra, pero hazlo sobre argumentos sólidos. Si dices «no me gusta porque no lo he entendido», realmente estás diciendo «No me gusta porque no me he documentado» o peor, «No me gusta porque no estoy preparado/a para hacer una reseña en condiciones». Mi valoración subjetiva de esta novela es la siguiente:
Es una obra difícil, extraña y que requiere de un esfuerzo mayor por nuestra parte. Es una novela llena de dobles sentidos, tejida con muchas metáforas y sostenida sobre dos géneros a los que no estamos tan acostumbrados: el realismo mágico y la literatura del absurdo. Los seres humanos estamos programados para buscar el orden, y cuando no lo encontramos, sentimos rechazo. Pero las obras artísticas que son capaces de confrontarnos con nuestras manías mentales (como la búsqueda del orden), tienen mucho valor. Aprecio no solo la capacidad de desconcertar que ha tejido Juliana Kálnay en esta novela, sino también el trabajo artístico que hay detrás, que se ve reflejada en la sonoridad de la obra y la intensidad de las escenas. Personalmente, no ha sido una lectura fluida, pero sí ha sido una lectura bonita porque en lo abstracto un lector siempre tiene más capacidad para participar, y yo en esta obra he participado.
6) Que tu apreciación subjetiva siempre sea lo último, tras una valoración objetiva de los componentes de una novela.
7 Comentarios
Buenas.
ResponderEliminarCoincido con gran parte de tu razonamiento.
Me gusta explorar y aventurarme en obras extrañas, delirantes.
Pero a sabiendas que pueden tener afinidad.
Aunque, a la hora de reseñar, hay que tener unas premisas y dejar los prejuicios.
Sobre todo porque, si no somos conocedores del género, puede que no estemos preparados para esa obra.
Saludos.
Román, muchas gracias por tu explicación, la cual me parece también muy acertada. Tu comentario completa al mío.
EliminarUn abrazo.
Me animo a leer de todo si me atrae y este tiene ese poder!!Gracias Reina!!
ResponderEliminar¡¡Qué bien!!
EliminarUf, pues va a ser que en esta ocasión no me convences en absoluto, no solo porque ambos géneros no me gustan, sino porque yo y las metáforas, sencillamente, no encajamos.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.
Al menos, Laura, no te lanzas al libro con expectativas diferentes, sino realistas! ¡Gracias, guapa!
EliminarHola Eva, me parece muy interesante. Ahora mismo tengo muchas lecturas pendientes, pero aun así, no lo descarto para un futuro. Besos :D
ResponderEliminar¡Muy importante! Antes de rellenar el formulario de comentarios revisa nuestra política de privacidad. No comentes ni rellenes ningún formulario si no estás de acuerdo con ella.
G R A C I A S por leer mis publicaciones y querer compartir tu opinión conmigo. Eres muy importante en mi Reino.