Suena de fondo Petite fleur, de Sidney Bechet. Y parece que Asia va a aparecer de un momento a otro moviendo las caderas suavemente, con un micro entre las manos y su vestido de luces. Asia es uno de los diversos personajes que recorren esta novela al ritmo de jazz, mafias a la espaƱola y calles madrileƱas. Uno de los muchos que componen esta maraƱa de sucesos de la cual nadie sale ileso.


Sinopsis |

Es posible que el lector conozca a Fernando Benzo por alguna de sus anteriores novelas o mĆ”s mediĆ”ticamente, por ser exsecretario de Estado de Cultura durante la legislatura de Mariano Rajoy. Pero se hace imprescindible conocer a Benzo por su Ćŗltima obra, Las cenizas de la inocencia, porque ha trasladado el Chicago de los aƱos 40, con todos sus gĆ”nsteres y su jazz, a la capital de nuestro paĆ­s: Madrid. Y lo ha hecho de forma tajante. 

Parece que cuando se habla de EspaƱa, sobre todo de la EspaƱa de la posguerra, no se encuentra en ella ningĆŗn glamour. Desde luego, quĆ© glamour pueden tener las consecuencias de una guerra, cierto es. Pero tambiĆ©n, Chicago se encontraba en plena decadencia por los estragos de la crisis de 1929 y sin embargo, ha llegado hasta el cine y la literatura de forma mucho mĆ”s atractiva. No hablo de blanquear la historia, de lo cual no soy partidaria. Sino de cĆ³mo en EspaƱa parece haber prevalecido siempre el marco de lo cutre. Como bien indica Fernando Benzo en mĆŗltiples entrevistas, los estraperlistas espaƱoles eran al fin y al cabo gĆ”nsteres, aunque Hollywood nunca se fijase en ellos.

Me gusta, sin querer perdonarle nada a los aƱos de dictadura, que se haga literatura de posguerra en donde no todo se centra en las consecuencias de la misma. El marco de la novela de Benzo estĆ” inmerso, como no podrĆ­a ser de otra manera, en ellas (el hambre, la escasez de trabajo, las malas condiciones de vida, el miedo, los arrestos injustos...), pero el argumento va por otros lares. El argumento es un thriller espaƱol de los 40 con algunos elementos importados (como el jazz), y otros muchos propios. 

Benzo nos muestra en Las cenizas de la inocencia ese paĆ­s de contrastes que siempre ha sido EspaƱa y para ello recurre a personajes y lugares encontrados: Lanza, un personaje muy cercano al de El gran Gatsby, con gustos exquisitos, jefe de uno de los dos grandes grupos de estraperlo de la ciudad, y Sampedro, mĆ”s cercano a un Torrente comedido, jefe del otro gran grupo mafioso madrileƱo. TambiĆ©n los locales que sirven de escenario para la novela parecen contrastar entre sĆ­: el Dixie, el gran protagonista, un local de jazz Ć­ntimo y menos pretencioso, y el Pasapoga, un lugar en donde alardear, con mĆ”s glamour y personalidades de la Ć©lite. Incluso el propio Madrid, incapaz de mostrarse indiferente, muestra implacable sus extremos: el de las apariencias y el de la decadencia. 

El libro es muy visual y bien podrƭa convertirse en una pelƭcula. Es lento y pausado. Alguna de estas pausas me recuerdan a las que se hacƭan en el cine negro antiguo, y que emanaban suspense. No es una novela escrita con prisa. Hay tragedia y desgracia, pero al terminar la historia, parece salir el sol entre las nubes del cielo madrileƱo. Y no es un sol argumental, pues dejarƩ al lector que descubra si la historia acaba bien o mal, sino que es un sol emocional. Los sentimientos de compaƱerismo, amistad, lealtad e incluso amor, que se han estado forjando durante toda la novela entre tugurios y pesares, triunfan en lo bueno y en lo malo.

Las cenizas de la inocencia, ademƔs de un thriller de gƔnsteres espaƱoles, de Ʃpocas malsanas y de calles madrileƱas, es una historia de amistad. Los protagonistas son realmente los dos chiquillos que consiguen hacerse socios y amigos entre tanta desconfianza y maleza. Y es que una de las claves de esta novela es el elenco de personajes (y sus lazos), por ello quise comenzar la reseƱa nombrando a uno de ellos: Asia. Todos los personajes tienen sus propias contradicciones, pues dentro de ellos estƔ el bien y el mal. Incluso se puede llegar a empatizar con alguno que no se debe y llorar el mal final de otros que tampoco se lo merecen. Pero lo que mƔs destaca son las lealtades que se tejen entre ellos.

Las descripciones son crudas, porque Madrid estĆ” herido y heridos estĆ”n sus habitantes. Incluso los que se lucran a costa de la dictadura. Benzo se ha tomado muchas molestias en ajustar bien el lenguaje a la Ć©poca y en crear paralelismos anafĆ³ricos entre la ciudad y sus habitantes. Todo expresa lo que tiene que expresarse. 

Creo que es una obra que sobresale dentro de la literatura de posguerra al traernos una propuesta diferente, alejada del marco mƔs polƭtico. Con unos personajes con dicotomƭas, una ciudad inmortal, y una realidad a la espaƱola descrita con elegancia. Muy recomendable.