Hoy,
14 de marzo, se publica Una historia de
España, la última novela de Arturo Pérez-Reverte. Este libro, que repasa
los acontecimientos de nuestro país desde los celtas y los íberos hasta la
Transición, reúne en 91 capítulos los artículos escritos en XL Semanal (Grupo Vocento) y publicados
a lo largo de cuatro años bajo el epígrafe Patente
de Corso.
Antes de que Arturo
Pérez-Reverte comenzase a hablar, ya sabíamos que su libro ocupaba los primeros
puestos (Nº 1 en la categoría de periodismo y Nº 2 en libros digitales) en el
mercado literario sin estar aún a la venta. Pilar, su editora, nos lo hizo
saber. Desde mi mesa, hice cálculos mentales e intenté prever la locura de
números que hoy habría tras la publicación. Pérez-Reverte es un fenómeno
mundial, no cabe duda, pero no es solo un escritor de renombre, sino también un
hombre cultivado capaz de crear un debate inteligente allí por donde pasa. Debate
que, quizás, escasea en España, y sobre el cual él hizo bastante hincapié.
A nadie sorprende que
hablar con Pérez-Reverte es hablar, seguramente, de política: «No es que la
derecha haya colonizado la historia, es que la izquierda se la ha regalado», «Franco
fue una recaída en la enfermedad que se llama España», «Soy republicano de
corazón y monárquico de razón». Estas son algunas de las frases que dejó en la
rueda de prensa que ayer nos concedió en el Westin Palace de Madrid. Sin
embargo, a mí me interesa mucho más la parte que versó sobre la cultura y la
educación, porque su intención para con este libro es, precisamente, suplir la
falta de cultura, de historia, de debate que tanto escasea en este país. Hizo
mucho hincapié en cómo nos estamos cargando la historia en nuestros colegios e
institutos y cómo, también, nos dejamos llevar por una historia “de bandos”, es
decir, aceptando o bien la forma de contar la historia de la derecha (“como
triunfos”) o de la izquierda (“como un lugar oscuro”). Para Arturo, la historia
se debe siempre contextualizar y explicar, y él mismo afirma estar en este
proceso, razón por la cual ha escrito el libro: “Lo escribí para comprender”.
También conseguimos obtener
algunas declaraciones de ámbito más literario. Cuando fue interpelado acerca de
por qué se habla más de héroes de guerra que de literatos, Pérez-Reverte quiso
dejar clara su postura contraria a tales aseveraciones. Para él, sí se habla de
figuras como Salamanca, Quevedo, Lope de Vega… Solo que existiría una derecha
más interesada en hablar de “batallitas”, y, a su vez, una izquierda centrada
en el aspecto negativo de determinados personajes, como sería el caso de Lope o
Cervantes, por relacionarlos con episodios bélicos.
Una
historia de España no es un libro escrito para agradar,
sino un libro escrito por Reverte y para Reverte: «Una historia que no le guste
a nadie; que me guste a mí». No tendrá continuación, a pesar de que el libro
termina en la Transición. «Quería un final feliz». Arturo no se atreve a ir más
allá de la Transición porque, para él, a España le aguarda un mal futuro si
sigue demoliéndose a sí misma, y esto es, básicamente, rompiendo el cemento que
la mantiene unida (historia, lengua, monarquía…).
Preveo que a lo largo
de los 91 capítulos que componen la obra, capítulos concebidos, como ya he
dicho, como artículos, vamos a encontrarnos una visión amarga de nuestra
historia. Solo veo un atisbo de luz en todo este texto, y lo adivino en la
respuesta que el autor le dio a un periodista: «Si no hubiese esperanza (para
España), no habría escrito esta historia». Puede que, tras leer todos los pasajes,
nos inunde la reflexión. Y solo con reflexión se puede construir un futuro más
coherente. Un futuro que no tiene por qué sostenerse en la visión que Pérez-Reverte
tiene acerca de nuestro país e historia, pero sí uno alzado sobre las bases del
saber, de la información, del conocimiento. Porque quien no sabe nada, está
desarmado.
12 Comentarios
¡Cómo me gustan estas cosas! Qué envidieja me das, hermosa 🤫😁
ResponderEliminarBesitos Majestad 💋💋💋
¡Info de primera mano!
EliminarHola cielo:
ResponderEliminarComo mola cuando puedes ir a las presentaciones joo me dais mucha envidia.
La verdad es que este libro me da mucha curiosidad, no sé explicarlo exactamente pero me gusta el punto de visión que me puede aportar.
Un beso infinito ♥
Me alegra que te atraiga, creo que se puede aprender, o al menos reflexionar, a partir de él.
EliminarUn abrazo,
Eva.
Ya el gran Giner de los Ríos lo dijo, y Unamuno. El problema de España radica en la educación, luego se intentó desde arriba con la mítica escuela de estudiantes de Madrid.
ResponderEliminarEspaña, es España.
Saludos, Ricardo.
Muy de acuerdo, Ricardo.
EliminarGracias por tu aportación.
Hola!! Pues, en realidad, es un libro que me llama
ResponderEliminarNo descarto leerlo dentro de poco
Un saludo
Ya me contarás qué te parece,
Eliminarabrazo.
Pues te comento Eva que estoy deseando leerlo. Nada más decir que España es un problema de educación, ya me ha ganado, pues opino que hay mucho muchisimo que mejorar en ese aspecto en nuestro país, y que ello mejoraría muchas cosas.
ResponderEliminarUn beso cariño :D
Hola guapa, me encanta que Reverte se plantee hacernos reflexionar hacía dónde vamos... Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn besazo
He leído toda la obra narrativa de ARP, también casi todos sus artículos. Me siento bastante identificado con él. Tiende al histrionismo, pero no le falta razón. Y, desde luego, el hecho de que muchos estén en desacuerdo con él es un punto en este país de fidelidades "a los nuestros". Coincido especialmente en lo que dice de la izquierda: ha regalado la historia y los símbolos a la derecha. Y son de todos, ya está bien.
ResponderEliminarYa ves, menudo éxito ha tenido este libro, qué guay que pudieras acudir a la presentación.
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