Soppy: una historia de amor, de Philippa Rice, el libro que demuestra que la rutina amorosa no es aburrida.

«El amor es una actividad, no un efecto pasivo; es un estar continuado, no un súbito arranque», decía Erich Fromm, psicoanalista, psicólogo y filósofo. Muchas veces, la literatura nos muestra precisamente ese súbito arranque de los enamorados, dejando de lado la continuación de dicho amor. Así parece que amar es una explosión y no un estado compartido en el tiempo. Encontrar un libro como Soppy: una historia de amor, de Philippa Rice, cuyo hilo argumental es la rutina amorosa de dos personajes, sin más pretensiones, sin diálogos, sin misterios ni acción, no es tarea fácil. 

El libro que demostrará que la rutina amorosa no es aburrida.  Así he querido titular esta reseña. ¿Pero qué es Soppy? Soppy es un cómic editado por Ediciones La Cúpula y creado por Philippa Rice, en donde solo aparecen dos personajes y tres colores (rojo, blanco y negro). No hay apenas diálogos de por medio, pero sí escenas evocadoras que hablan por sí mismas. Y se lee en infinitas tardes, porque su corta extensión provoca que vuelvas a él una y otra vez, a lo largo de los días, para revisar sus escenas y confirmar que sí, que tú también estás, has estado o quieres estar enamorado. ¡Qué movidón! 

Soppy significa "empalagoso" o "sensiblero" en inglés. Lo cual me parece ya de entrada un guiño muy divertido por parte de la autora. Es como si nos lanzase el osito de peluche a los brazos con sonrisa socarrona, para ver si aguantamos el embiste de este primer adjetivo que a algunos les da pánico. ¿Estamos dispuestos a leer algo empalagoso? Pero si rompes el hielo, si vas más allá de la primera apariencia, encontrarás sorpresas dentro de este libro. Al final y al cabo, el color principal elegido es el rojo y no el rosa. Si tuviese que describir este cómic no utilizaría el adjetivo empalagoso, pues necesito una frase que incluya más palabras, algo así como un libro cuqui, pero con garra.

En Soppy encontramos la existencia lineal y cotidiana de una relación de pareja. Todo gira entorno a la rutina de los dos protagonistas enamorados. Con ello, intuyo que la autora quiere resaltar (y lo consigue) los pequeños detalles de este compartir amoroso. Estos son los momento emotivos que, sin ningún tipo de épica, consiguen alcanzar al lector y conmoverle. ¿Qué tiene de especial elegir un batido de vainilla? Que se elige estando enamorado. Y ese matiz magnifica el pequeño acto de elegir un batido de vainilla. Creo que Soppy coloca al amor en el lugar que le corresponde, porque este motor que mueve el mundo, es más lineal de lo que se puede pensar. Como dije al comienzo de la reseña, muchas veces leemos sobre el amor en sus más nobles virtudes y en sus más impresionantes actos, pero el amor del día a día apenas se conoce. El amor en la rutina, casi que no causa interés. Así pues, ¡menos mal que ha llegado Philippa para solucionarlo! 

La edición me parece maravillosa, no hay un solo hilo suelto en este cómic. La Cúpula ha hecho un gran trabajo. Las dimensiones del libro corresponden a un A5 con solapas, lo cual le da una apariencia más mona todavía, y las páginas tienen un gramaje gordito sobre el cual resaltan los tres atrevidos colores que acompañan todo el relato: blanco, rojo y negro. Creo que la elección del rojo como color predominante es muy acertada, porque en cromoterapia, el rojo es el gran energizador (como el amor). El rojo estimula. Y es cierto que cuando cierras este cómic, parece como si tu energía hubiese aumentado. Incluso tienes ganas de seguir enamorado/a 😂 ¡Este libro es terapéutico! De hecho, tengo al verdugo de la corte replanteándose su profesión desde que lo ha leído. 

Entonces, podemos decir que Soppy es terapéutico, cuqui y divertido. Pero sobre todo es un retrato realista de una relación de pareja. Si has estado inmerso (o empantanado, como prefieras) en una relación sentimental, empatizarás rápidamente con las escenas del libro. Y si no lo has estado, pero lo deseas, puede ser un buen reclamo estas Navidades para lanzárselo a algún mozo a modo de indirecta. Pero antes léelo tú mismo/a, porque en Soppy de Philippa Rice se muestran, con humor y cariño, las luces y sombras de una relación de pareja y sirve perfectamente como manual de advertencia previo ;)

¡Estas Navidades me lo quitan de las manos! Si ves una esquinita roja sobresalir de algún paquetito de regalo, ¡es Soppy! ¡Siéntete afortunado/a!