Septiembre ha llegado con su permanente olor a despedida. Es como si la presencia de este mes se llevase de un plumazo los días largos o la calidez del sol. Pero septiembre también ha regresado con sus promesas de nuevos comienzos, su perenne apuesta por un nuevo amanecer...

Y con todo esto en la cabeza, la Reina se desperezaba temprano un lunes cualquiera. El palacio entero dormía, y las sombras nocturnas aún continuaban agazapadas en las esquinas del dormitorio. Entonces, un leve arrullo se escuchó en el pasillo. El can de la Reina movía frenético el rabito, esperando a que su dueña le siguiese escaleras abajo. Sin tiempo para peinarse, la Reina emprendió la marcha con la certeza de que en septiembre, todas las puertas mágicas se vuelven a abrir. Y también la de su Sala de Espejos.


Cuando llegó a la Sala de Espejos, no comprendía nada. Había aparecido un nuevo espejo en su tupida pared, pero no mostraba imagen alguna. Así permaneció la Reina durante largo rato hasta que se percató de que otro espejo estaba posado sobre la pared del fondo. Lo cogió de allí, no sin esfuerzo, y con algunos malabarismos corporales, consiguió colgarlo de la pared junto al otro espejo. Una vez que ambos estuvieron juntos, ¡tomaron forma! Esta vez, ¡había visita doble!



No sé si mis queridos seguidores han escuchado hablar de Lars Vintergatan y Jose Manuel Ríos (hay una publicación aquí), pero hoy ellos son los protagonistas. ¿Qué mejor manera de empezar septiembre que con estos dos artistas? Ambos han creado la obra de Los Mártires Callados, un proyecto conjunto que aúna fotografías con textos para el Premio Literario de Amazon 2017. ¿Os apetece conocer más sobre ello?


L: En mis gustos literarios ha habido una evolución a lo largo de mi vida, supongo que como en todo el que ama la lectura. Comencé con la novela histórica y las distopías, después estuve unos años con el género político y la psicología, y hoy en día estoy de lleno en la novela negra. Si tuviera que resumir mi evolución en tres libros que recomendaría, serían:

Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago. Creo que todo autor tiene “El libro que le hubiera gustado escribir”, y en mi caso es sin duda esta novela redonda sobre los instintos primarios del ser humano cuando se queda sin nada.

De todo lo visible y lo invisible, de Lucía Etxebarria. Escritora polémica, a mí me tiene cautivado con algunos de sus trabajos. Su carrera es irregular y siempre he sentido que para empatizar con sus libros necesito un estado de ánimo determinado. Con este lo conseguí al máximo, ¿estaba volviéndome loco?

Black, black, black, de Marta Sanz. Fue una novela negra que me marcó mucho, por el tono que usa sobre el asesinato y el protagonismo de un detective gay que no ha podido desligarse de su exmujer.

J: A mí me gusta mucho la novela histórica y también historias que tengan un toque de fantasía. Especialmente aquellas donde el protagonista emprende un viaje y tiene que encontrar algo que le dé sentido a su vida. Pero también me encantan las historias no convencionales, aquellas que nunca sabes bien por dónde van a tirar y que te dejan descolocado. Me inspiran mucho. Recomendaría, sin duda, la trilogía de El médico, Chamán y La doctora Cole de Noah Gordon aunque, como best-sellers que son, las conocerá la mayoría de la gente. Así que voy a decir:

Wicked de Gregory Maguire. El libro en que se inspiró el musical de Broadway. Me encanta todo lo relacinado con El mago de Oz y esta historia alternativa realmente merece la pena.

Nueve cuentos de J.D. Salinger. Descubrí este libro por casualidad. Son nueve relatos cortos basados en la sociedad de EE.UU. durante la Guerra Fría. Los personajes están totalmente descolocados después de la II Guerra Mundial y eso queda muy bien reflejado. Lo recomiendo especialmente para leerlo en un viaje.

La insoportable levedad del ser de Milan Kundera. Este libro me lo regaló una de mis mejores amigas hace años y me llegó al alma. 

Llevaba buscando mucho tiempo una novela de estas características, una novela negra LGTB en la que eso fuera lo menos importante, como un detalle más que impregnase todo y no se mostrara en ningún momento como algo especial. Los Mártires Callados tiene un poco de mis obras anteriores, tanto que de alguna manera siento como si esta fuera mi primera publicación real. La novela nació ya como concepto para participar en el Premio Literario de Amazon, es una plataforma increíble para los escritores independientes y se buscó por parte de los dos autores una idea original que no estuviera demasiado vista en el concurso. No es la primera vez que participo, aunque sí es la primera que lo hago intentando mantener un nivel profesional y un acabado digno de los competidores de primera línea.

En general sí ha sido muy fácil. Como Lars y yo hemos trabajado mano a mano durante todo el proceso, él me explicaba su punto de vista, me contextualizaba la foto (porque la mayoría de ellas las hacía mientras se estaba escribiendo la novela y yo no conocía todos los detalles de antemano).


En lo que más me he fijado es en la atmósfera de Sevilla. Quería que una persona que no conociera la ciudad fuera capaz de captar su esencia y, por supuesto, que la viera reflejada en la novela. Por otra parte, los retratos tenían que captar el alma de los personajes. De Jakob buscaba su sonrisa. Y eso fue el centro de mi atención en la mayoría de retratos. De Marcos quise transmitir su chulería. Y luego estaba el personaje de Luján, que a priori era el más difícil, porque la misma modelo tenía que aparentar veintitantos y cincuenta y tantos. En las fotos de jovencita tenía que ser muy inocente, mientras que en las de mayor debía ser una especie de diva que está de vuelta de todo. Cynthia, la modelo, hizo un trabajo excepcional.

L: La historia se desarrolla en verano, con lo que supone en el ambiente agobiante, caluroso y triste en el que se torna una ciudad que, irónicamente, está llena de luz. Sevilla es una ciudad distinta durante los meses de julio y agosto, eran el momento ideal para plasmar la idea de la novela sobre la falta de integración. De todas formas, no podemos olvidar en la decisión la comodidad y la economía. Los dos autores conocemos bien Sevilla, el fotógrafo vive allí, y era muy sencillo tener ubicadas las localizaciones para las fotos con antelación. Además, se realizó un casting de personajes en la misma ciudad y resultaba más barato ahorrarnos los desplazamientos de profesionales, equipos y modelos.

J: Yo agradezco mucho que Lars haya elegido Sevilla. Primero, porque es una ciudad que me encanta. Y, segundo, como bien ha dicho, la comodidad para hacer las fotos. El proceso ha sido largo y no me quiero imaginar qué hubiera sido de mí si hubiera tenido que desplazarme tantas veces a hacer las fotos a una ciudad distinta a la que vivo, jaja.



La novela nació con su protagonista, Tristán Savoy. Es un personaje muy especial, solitario y melancólico, capaz de diferenciar entre sexo y amor a unos niveles que parecen imposibles para la mayoría de la sociedad. La idea principal era mostrar cómo alguien puede estar tan anclado al pasado que roce la locura, y hace al lector cómplice de dicha locura. Creo que es posible ver reflejados sucesos de la realidad, de manera lejana, de los que he bebido para explicar mi manera de ver las injusticias y el trato de la sociedad a ellas. Tenemos muy mala memoria como conjunto, tendemos a pasar de página rápido y mal, pero no podemos pretender que todo el mundo vaya a esa velocidad. Tengo tendencia a esconder historia dentro del subtexto de la historia, hay gente que las entiende y otros que casi las consideran erratas, es algo que no puedo evitar y casi se podría decir que hay dos novelas dentro de una, una que se ve y otra que se intuye. Comprendo que es una novela densa, complicada y desgarradora, pero estoy orgulloso de haber conseguido conectar tan bien con el público, de que se les haya parado el corazón en los mismos momentos en los que sufrió Tristán, sonrían con la presencia despreocupada de Grecia, se lamenten con la mala suerte de Ariel, respiren con la sonrisa de Jakob o mueran por dar un abrazo sincero sin postureo a Marcos.


Sí. Desde el momento en que Lars me contó la línea argumental de lo que iba a ser esta novela, quedaba claro que iba a ser algo distinto. Me llamó mucho la atención el tipo de narración que iba a emplear, pasando de primera a tercera persona. Así como otras cosas que no puedo contar por aquí. Me gustó e inspiró muchísimo, porque le vi muchas posibilidades las fotografías que se podían hacer para ilustrarla.

Además, las novelas de Lars no suelen ser convencionales, y a medida que fuimos profundizando en materia me iba dando cuenta de que esta vez no iba a ser distinto.


Los mártires callados es la búsqueda de un final para Jakob Larsson. El marido sueco de Tristán Savoy es un fantasma que pide paso, de forma desesperada, y que a través de Marcos Cabeza muestra un camino que seguir en la ruta más insospechada. El periodista está cansado de la sociedad implacable que lo aparta, representada por la escritora Luján Cabeza, pero hace un último intento por recordar, por vivir a cambio de volver a sentir amor. ¿En quién pude confiar? Ni siquiera en sí mismo, porque sus ánimos están íntimamente relacionados con una copa de ron perpetua agarrada en su mano.

Es una novela sorprendente. Los personajes están muy bien desarrollados y, como sevillano, reconozco mi ciudad en cada página. Lo cual es de agradecer (ejem… Dan Brown…).

Una de las cosas que más me gusta de esta novela es que tienes que leerla con una mentalidad abierta y dejarte llevar por ella. Así la vas a disfrutar muchísimo más.

Creo que sí, que he ayudado en algo a las tramas. Él me ha dado bastante libertad creativa. Aunque en un principio teníamos unas ideas, a veces, mis fotos luego han ido por otros derroteros, captando algunos detalles que no habíamos previsto originalmente. En esos casos, él ha llegado a adaptar su texto a lo que yo iba haciendo. Por lo tanto, ha sido un camino de ida y vuelta y ambos nos hemos enriquecido del proceso.
Además, Lars y yo tenemos muchos chistes internos y estamos siempre diciendo tonterías y cosas que solo entendemos nosotros. A veces lo le proponía que metiera alguna de esas bromas en la novela. Y a veces me hacía caso y todo, jaja.


Precisamente de lo que habla el libro es de la falta de etiquetas, que llame la atención una normalización tan radical de cualquier forma de opción sexual, demuestra que queda camino por andar. Llegará el día, es lo deseable, en que algo como Los mártires callados no será una excepción, será la regla en una literatura que habrá dejado atrás toda discriminación. Eso sí, me temo que la humanidad tiende a ordenarlo todo, y él día que haya desaparecido una discriminación o se solucionen médicamente otras, la mayoría normativa se encargará de buscar nuevas razones para sentirse superior ante una minoría.

Este libro representa una sociedad normalizada en lo que al colectivo LGTBI se refiere. Nadie juzga a nadie por su sexualidad y estos temas se tratan de la forma más cotidiana, sin etiquetas ni discriminaciones de ningún tipo. No como desgraciadamente ocurre en el mundo real. Nosotros queremos contribuir a crear un mundo así, aunque aún queda camino. Ese es el mensaje que queremos transmitir.


Mucha. Los anteriores proyectos son novelas cortas, de argumentos más directos y géneros que van desde el terror a la ciencia ficción e historias arriesgadas. Quizá la única novela que se puede comparar es Parasomnia; también ambientada en Sevilla, tiene un componente sexual más fuerte y un protagonista que quiere dejar atrás la oscuridad de la noche gay de la ciudad, pero ya se sabe que el pasado siempre vuelve. La otra novela de historias cortas que hice con Josemanuelerre, Las causas perdidas, me hizo explorar registros que nunca había plasmado y encontrarme con un nuevo yo que he intentado expresar en este ultimo trabajo.

He trabajado previamente en Las caudas perdidas de Lars Vintergatan. Ese fue el primer proyecto donde mis fotos han tenido implicación en una obra literaria. Pero el proceso entonces fue totalmente distinto. Él eligió de mi porfolio 20 fotos, en base a las cuáles escribió 20 relatos cortos. Lo que hice en exclusiva para esa novela fue la portada y contraportada, totalmente a ciegas y sin saber nada del libro. Lo curioso de todo es que luego la portada estaba muy relacionada con una de las historias. Parecía que había algo de telepatía entre nosotros.

Sobre los proyectos en los que estoy trabajando, por una parte, estoy en varios proyectos fotográficos para mi porfolio. Aunque también estamos en negociaciones Lars y yo para una nueva novela. Pero aún queda bastante para eso.


L: Yo lo dejaría en Haparanda, ese rincón de los confines de Suecia donde nació Jakob, en el que esperaría que alguien que estuvo de Erasmus en España lo encontrara y devorase para proponerme traducirlo al sueco. De ilusiones también se vive.

J: Yo lo dejaría en Sevilla, en cualquiera de los rincones donde ocurre la acción del libro. Para que, tanto si lo encontrara un sevillano o un extranjero, pudieran recorrer la ciudad entera con el libro a modo de guía siguiendo los pasos de los protagonistas. 

Imagen promocional de la novela creada por Josemanuelerre
Si habéis llegado hasta el final de esta entrevista, habréis entendido ya que  no ha sido en vano. Las respuestas de Josemanuelerre y Lars Vintergatan no sólo han sido profundas, sino también reveladoras y atractivas. Quien no haya leído Los Mártires Callados, tendrá ahora ganas de hacerlo, ¿verdad? Aún podéis poner vuestro granito de arena para el Premio Literario de Amazon, pues esto continúa hasta el día 15. ¿Os animáis a invertir 2,99€ (o comprar su libro en papel) en este proyecto de arte y letras?


Gracias Lars, gracias Jose, por esta entrevista.