¡Hola, querida Corte! Como ya dije por Twitter (aquí), los vampiros han vuelto a mi vida. Me encantan las historias de vampiros, y sí, soy de ese porcentaje alto que ha leído y disfrutado de la saga Crepúsculo. Sonia, la autora de este libro, también forma parte de estas estadísticas, ya que ella comenzó escribiendo Limón y Mora con la intención de parodiar esta saga. Pero la cosa se le fue de las manos, el toque cómico se convirtió en tragedia e hizo un libro que nada tiene que envidiar a Crepúsculo. ¿Queréis conocerlo?



¿Por qué decidí leer Limón y Mora? Vampiros. Siguiente pregunta.

¿Cómo es la lectura de Limón y Mora? El comienzo de este libro no consiguió atraparme tanto como me hubiese gustado, y ya está. Eso es todo lo malo que tengo que decir de esta buena obra sobre literatura vampírica. 

He tenido la necesidad de terminar Limón y Mora en dos días, porque todo lo que en él acontece es muy adictivo. Además, el lector sabe más o menos desde un primer momento lo que va a ocurrir, pero no por ello baja la guardia, y esto creo que es difícil de conseguir en cualquier tipo de obra literaria. Sonia Montiel nos presenta un esquema clásico de personaje vampírico: no puede ver el sol, no se refleja en el espejo, las estacas, cruces, agua bendita y demás instrumentos le afectan... No se ha cortado un pelo en emular la imagen que todos tenemos de estos seres, y creo que se ha plantado con todo el topicazo ante el lector a la par que nos guiñaba un ojo cómplice ("Os gusta, ¿eh?" me parecía escucharle). 


Lo más destacable son sin duda los personajes, pues en ellos recae una decisión vital dentro de una sociedad que está ofreciendo a diestro y siniestro la inmortalidad (la posibilidad de convertirse en vampiro por medios artificiales): seguir siendo humanos o no. La idea que nos lanza la autora es muy poética: Si pudieses vivir para siempre, ¿cuál sería tu razón para no hacerlo?  Yo lo tengo claro, y los personajes, al final, también. Y ya que hablamos sobre los personajes, sería un sacrilegio no nombrar a Lemon. Oh, Lemon. Ese protagonista masculino atormentado por su pasado que nos gusta...vaya que si nos gusta, y si además tiene un par de afilados dientes, más aún. 

La novela desprende pinceladas góticas gracias a las descripciones y ambientación que otorga Sonia a la historia. Vestidos blancos ensangrentados con un amanecer de fondo, habitaciones llenas de murciélagos y otras decoraciones fúnebres, bosques con niebla y mordedores acechando... En ella, además, podemos disfrutar historias de amor, de odio, de venganza y de amistad. Y sobre todo, leyendo Limón y Mora volvemos a enamorarnos de la vida.


También me gustan los títulos que encierran un misterio y para apresar el significado de Limón y Mora tenemos que agudizar nuestros sentidos. Gracias Sonia por introducir pequeños misterios en la obra que tenemos que descubrir más allá del sentido de la vista. Y con todo esto llegamos al final, un final espectacular, emotivo, dramático, rabioso... Que se calma con un epílogo agridulce, pero bello también. Una combinación de sombras y luces que tiene una perfecta cabida en esta historia de sangre y amor. 




En resumen, Limón y Mora es una historia de vampiros que nos sorprenderá tanto como a la propia autora le debió sorprender escribirla. Creo que tanto lector como autor, nos embarcamos en Limón y Mora sin ser conscientes de todo lo que vamos a ver, sentir, oler, oír y saborear, y desde la página uno, deseamos que las circunstancias sean diferentes. Pero no lo son. Las historias de vampiros no deben acabar bien.


¿Volverías a leer algo más de Sonia Montiel? Me ha gustado mucho cómo narra y cómo enlaza la trama de la historia, así que me encantaría seguir conociéndola como autora porque tiene todavía mucho potenciar que explotar. A día de hoy, puedo leer Tano y los disonantes (aquí), una obra escrita previamente a Limón y Mora. Habrá que echarle un vistazo ;)


¿Qué os parece? ¿Pegamos un mordisco a Limón y Mora? Espero con mucha emoción vuestros comentarios.