¡Hola, querida corte! ¡Mirad lo que os traigo! A estas alturas es bien sabido entre los que nos movemos por los mundos literarios que el thriller está siendo el género más cotizado en el mercado actual. El thriller y sus sucedáneos. Por tanto, con Una Buena Chica, debut de Mary Kubica y editado por HarperCollins, nos sumamos al carro de las tendencias más top de 2016 y 2017. ¿Me seguís?



¿Por qué decidí leer Una Buena Chica? Porque este género está a la orden del día, y una vez que entras en él no puedes salir. Personalmente pienso que la burbuja del thriller va a estallar en cualquier momento, pero mientras tanto, seguiré disfrutando del suspense y la emoción que desprenden. 

¿Cómo es la lectura de Una Buena Chica? Cuando comencé a leerlo, un título vino a mi mente: La Chica del Tren (sí, la palabra girl está muy presente en ambos libros, ahora hablamos del porqué). El estilo narrativo de Mary Kubica me recordó al de Paula, así como la disposición de los capítulos y la sucesión de la trama, aunque por supuesto, esta lectura tiene sus propias peculiaridades.

Una Buena Chica nos narra un secuestro en el cual sabemos desde un primer momento quién es el secuestrador. Por tanto, el misterio parece inexistente, y lo que mueve la trama es el acercamiento progresivo del inspector y la madre de la víctima, hacia la víctima y su secuestrador. Pero, obviamente, las cosas no son lo que parece. Narrada en dos líneas temporales distintas (antes del secuestro y después del secuestro) a tres voces (secuestrador, inspector y la madre de la protagonista) y con nuestra víctima sufriendo un trastorno disociativo (no recuerda qué ha ocurrido y en parte, cree encarnar una identidad distinta a la que tenía previa al suceso), el libro nos plantea una historia muy visceral. ¿Por qué visceral? Por un lado, la autora nos muestra que no todas las familias idílicas son perfectas, lo cual nos perturba un poco el concepto de seguridad que tenemos cuando pensamos en el hogar. Por otro, nos sobrecoge la cantidad de acciones inmorales que se pueden llevar a cabo cuando el ser humano se mueve por intereses económicos o de prestigio. Y por último, Mary narra un tipo de amor que a muchos nos parecería deplorable, pero que todos acabamos entendiendo, incluso entre la suciedad y la mugre. 

Al principio he resaltado la palabra 'chica' del título. Para mí esta lectura está enmarcada dentro del nuevo Grip Lit, un género literario derivado del thriller que está escrito por mujeres y protagonizado por ellas también (por 'chicas', sí). La mayor peculiaridad que tiene esta variante es que aúna crimen y pasión, y esto último viene dado por la llama femenina que se enciende en cada una de estas lecturas. Además, las mujeres son fuertes como nuestra buena 'chica' . Y es que el mayor acierto de este libro ha sido precisamente el toque de pasión que hay en él. El suspense no es tan potente porque conocemos los pormenores y viendo ciertos giros durante la lectura, vas intuyendo la resolución de cada nudo, sin embargo, la historia de amor me parece muy políticamente incorrecta y provocativa. De hecho, hay dos historias de amor, pero la que más me gusta es la que surge entre las condiciones más precarias: frío, abatimiento, enfermedad, y cuerpos en decadencia que lejos están de excitar al lector, aunque sí a ellos mismos.

Hace unos días, en el VII Encuentro de literatura Romántica Adulta se hablaba de la importante de presentar un cuerpo o un estilismo erótico en estas historias, pero leyendo Una Buena Chica te das cuenta de que incluso sin depilación, sin desodorante y sin ropa limpia, puede surgir el amor. Y el sexo también. 

Por último, otro aspecto que hace única a esta novela, es la facilidad de Mary para describir cada ambiente y conseguir, por ejemplo, que el frío se instale en nuestros huesos. A veces era como si mis dientes rechinasen de frío o mis labios tornasen violetas. Otras creía sentir la neumonía de Mia en mi pecho o las manos temblorosas de su madre cada vez que llamaban al teléfono. Sentía el olor a humedad de la cabaña, la ropa pegada al cuerpo, la asfixiante sensación de estar sucia, o de estar sola, o de estar acompañada por primera vez. Ha sido un recorrido espectacular por cada sensación de la novela. Y por supuesto, los personajes de este tipo de literatura, siempre tan decadentes y con un mundo interior tan rico, me enamoran.

En resumen, si tenéis la oportunidad de conocer esta historia, hacedlo. A pesar de ser ya un género repetido hasta la saciedad, Mary Kubica aporta ciertos elementos distintivos que son merecedores de nuestras ganas lectoras. Así pues, ánimo con ella.
¿Leerías algo más de Mary Kubica? Claro que sí. Una Buena Chica ha sido su debut pero estoy segura de que continuará con la escritura, y ahí estaremos todos las chicas y los chicos buenos ;) Por cierto, os muestro la distintas portadas, ¿cuál os gusta más?


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