¡Hola, queridos seguidores! Hoy os traigo un libro intraducible estéticamente hablando, editado por Libros del Zorro Rojo (aquí). Es pequeñito, lleno de ilustraciones y habla acerca de lo que hablamos. ¿Acerca de lo que hablamos? Si me permitís, quiero dedicarle un espacio a un libro que pone nombre a todas esas cosas que no sabemos cómo decir, o que ni si quiera sabemos que queremos decir. Un libro que construye una oda al medio que a mí, ahora mismo, me permite comunicarme contigo: las palabras. Benditas palabras que coadyuvan a que tú, querido lector, puedas entender todo lo que tengo que decir sobre este compendio. 



¿Por qué decidí leer 'Lost in translation'? No estoy segura. Quizás porque me recordó a aquella película que sí. Esa película que a ti también te ha venido a la mente. 'Lost in translation' significa literalmente 'Perdido en la traducción'. Olvidaros de la película, no tiene nada que ver. Justo debajo del título principal, reza lo siguiente: compendio ilustrado de palabras intraducibles alrededor del mundo. He aquí el meollo de la cuestión. ¡Qué bonitas son las palabras cuando descubrimos lo que realmente dicen! Y ése es el propósito de este libro. Por eso lo leí. 

¿Cómo es la lectura de 'Lost in translation'? Siempre he pensado que algo no es tuyo hasta que le das un nombre. ¿Os imagináis lo bello que sería nombrar lo que sentimos al ver el sol traspasando las hojas de otoño? ¿Sería más nuestro? Quizás sí. Pues tiene una palabra, y podéis encontrarla en este libro. Cada página viene acompañada de una palabra en un idioma del mundo, junto a una bella ilustración y su correspondiente significado. A medida que leemos, nos damos cuenta de lo distintos que somos, pues hay personas que se han preocupado en nominar sensaciones, cosas, experiencias, conjunto de lo que sea, que tú no habías imaginado nombrar. Sin embargo, sí lo habías experimentado. Así que, de repente levantas los ojos del papel y te pones a darle las gracias al idioma Yidis por haber inventado esa palabra.

(Imagen extraída del libro original en inglés 'Lost in translation')

También pensaba en la autora mientras leía. Para crear un libro como éste, es necesario visitar y conocer realmente estos idiomas. Podría sentarse en una biblioteca y buscar en diccionarios del mundo, pero en cada página descubres que el manejo de este vocabulario no es sólo teórico, sino que ella realmente ha conocido las bocas que han pronunciado estas palabras. Y así es. Ella Frances ha viajado a multitud de países y ha aprendido de ellos. Por tanto, este libro es también un trozo grandote de mundo, de viajes, de cultura.

Nosotros somos palabras. Seguro que entre los que estáis ahora surcando mi texto, se encuentra un "samar" o un "jugaad". La autora nos cuenta en el prólogo, que ahora ella entiende la psicología de las personas en forma de palabras intraducibles. Cuando conoce a alguien, inmediatamente viene a ella algún término que abarca en mayor medida la esencia de esa persona que un mero adjetivo de nuestro idioma. Así que este libro también nos amplia los matices y texturas de nuestro vocabulario diario, nos ayuda a entender al ser humano en una dimensión más profunda, y también a los ciclos naturales y rutinas que nos rodean. 

Por último, me gustaría anotar que he descubierto idiomas que no sabía que existían, lo cual me parece muy grato. Aunque encontraremos palabras en lenguas más típicas como el alemán, noruego, galés... Nos enfrentaremos a nuestro propio desconocimiento de las lenguas del mundo (algunas casi extintas). ¡Y no perdáis de vista lo divertido que es intentar pronunciar alguna de ellas! (En tu mente, una vocecilla cómica te dice "seguramente lo estás haciendo mal"). Haz tu propio simulacro con la siguiente palabra:




Esto es todo lo que tengo que deciros. Sé que cuando nos planteamos invertir en libros, nos pensamos muy bien cuál elegir, porque no somos millonarios. Es cierto que este libro no es una novela ni tiene un argumento, pero es un tesoro, es de esos libros bonitos que hay que regalarse como capricho mínimo una vez cada par de meses. 




¿Volverías a leer algo de la autora? Ella Frances tiene que ser también de esas personas bonitas de conocer. Ella misma se ha encargado de las ilustraciones del libro y podéis ver sus trabajos en su página web (aquí). Así pues, más que leer me gustaría zambullirme en proyectos suyos en general, ya que tienen un toque fresco, original y entrañable.