Vengo a confesaros algo. He vuelto a leer a Màxim Huerta. Sí. Y he vuelto a morir de amor. Os advierto que es peligroso. Me refiero a leer sus libros. Peligroso para tu tiempo libre. Cuando terminas un libro de Màxim, te apetece volver a releerlo para saborear todas esas cosas bonitas que has encontrado en él. Esto, obviamente, es un problema porque el día dura 24 horas y porque tenemos muchas otras responsabilidades. Así que hoy os traigo la solución a estos problemas. Hoy os presento un libro de Màxim Huerta, editado por Ediciones Hidroavión (aquí), que podréis releer varias veces al día en un valioso y corto tiempo.



Estamos ante el primer libro ilustrado de Màxim Huerta. Quienes hayáis tenido la oportunidad de leer a este autor, sabéis lo poéticamente correcto que es. Escribe en frases cortas y estéticas, como si cada línea fuese un beso cálido, suave y profundo. Una apnea respiratoria para tu corazón. 

Me he puesto muy ñoña y acabo de empezar, lo sé. Prometo rebajar el tono emocional.

Esta historia trata sobre un personaje que se enamora de otro personaje, pero también versa sobre un escritor que se enamora de este mismo personaje. El protagonista encarna la belleza de lo excéntrico que ocurre (dónde si no) en Madrid. Y el libro anhela ese momento donde todo sucede. O donde no sucede nada. 

Un juego entre el escritor y lo escrito, una lucha de gigantes. El que escribe está en continua interacción con su propio personaje,  y confunde (intencionalmente o no) su rol y el de su protagonista ficticio. Así, nos cuentan una historia de amor. Y es que ellos quieren hablarte del amor. No, perdón. Quieren hablarte del querer. Disculpad mi audacia confundiendo estos verbos. 

Cuando Màxim narra, tú imaginas. Le pones espacio y tiempo a lo que está contando, y siempre en planos espacio-temporales bonitos. Pero en esta ocasión, Javier Jubera te acompaña. Con tonos azules va desplazando su pincel mojado sobre el papel, ágil y certero como los pensamientos del autor. Y los nuestros. Estáis en sintonía: ilustraciones, letras y tú, lector. Y la sintonía es recomendable a todos los niveles. Así que no os sintáis culpable, leed este libro varias veces al día. Lo cura todo.


Imagen tomada de Ediciones Hidroavión

Poesía hecha historia por las calles de mi Madrid. Un giro de tuerca al género romántico, porque en esta historia no quieren que hables de amor, aunque haya amor. Un giro de tuerca porque esto es un toma y daca entre el escritor y el personaje para poner sus sentimientos en orden. En orden. Porque para crear belleza cada cosa tiene que estar en su sitio. Y precisamente por belleza, estoy segura de que este libro es editado por una de las editoriales más bellas que conozco: Hidroavión.

Cuando leo a este autor, me cuesta ser crítica con mis pensamientos, y hablo con demasiada intensidad, adjetivos y metáforas. Así que espero que os hayáis enterado de algo. Pero si he estado demasiado rimbombante, suscribo a continuación:

Leed este libro. Fin.