Otra vez a tu lado de Paloma Pérez se podría definir así: Chico es policía. Y guapo. Y ligón. Chica también es policía. Y guapa. Y muy fría. Chico y chica acaban juntos en la misma investigación. Pero lo que chico no sabe es que chica ya le conoce de años atrás y... Le odia. Pero, sobre todo, odia volver otra vez a su lado. ¿Por qué?
POR QUÉ SE CRITICA A LA NOVELA ROMÁNTICA
He querido comenzar este artículo hablando de «chica que conoce a chico» (y en este caso va en serio) para hacer un experimento. ¿Has pensado que estabas, de nuevo, ante la típica historia de amor? Otra vez a tu lado puede parecer la típica historia de amor, y, sinceramente, no pasa nada (No le pasó nada por ejemplo a Scarlett Butler en el Premio 2019 de Amazon con Dime que soy yo). Me resulta muy curioso cómo lanzamos cierto bufido mental cuando leemos el argumento de una novela romántica porque es «lo típico». ¿Lo hacemos acaso con los thrillers (como Escrito en el agua de Paula Hawkins) o las novelas históricas (como El legado de los Cohen de Gema Marín)? Porque, creedme, también son típicas (en el buen sentido). Todos los géneros tienen unos elementos básicos que nos ayudan a clasificarlos. Se supone que en eso consiste el juego.
Paloma Pérez es una escritora estupenda de novela romántica y en sus argumentos vamos a reconocer las características básicas del género. ¿También el final feliz? Con respecto a esto no puedo adelantaros nada. Pero, a pesar de los años que ya recaen sobre la ficción romántica, esta sigue siendo uno de los géneros más criticados, y habría que reflexionar por qué. Según argumentó la escritora Florencia Bonelli podría ser bien por lo cursi o bien porque las últimas novelas representan una pérdida de valores amorosos con sus infidelidades y otras premisas sexuales.
El caso es que criticamos la novela romántica, y, a la vez, no dejamos de demandarla. ¿Qué nos pasa?
NOVELAS ROMÁNTICAS EXIGENTES
La novela romántica se define, según la RAE, como una variedad de relato novelesco, cultivado en época moderna, con personajes y ambientes muy convencionales, en el cual se narran las vicisitudes de dos enamorados cuyo amor triunfa frente a la adversidad. Y, en mi opinión, esta definición va quedando poco a poco obsoleta (como mucho le pega a Deseos de Jude Deveraux -y ni si quiera-).
Los lectores de romántica cada vez exigen planteamiento más arriesgados y diferentes, aunque siempre que la relación amorosa siga siendo el eje central de la trama.
En este sentido, Paloma ha incluido, sin que estorbe a la historia de amor principal, elementos policiacos que amenizan la lectura. Víctor y Noemí son agentes de policías a los cuales se les ha encargado una importante investigación para capturar a un peligroso traficante internacional. Esta pequeña subtrama detona aventuras y momentos de tensión, así como algún que otro susto, que acompañan y contextualizan perfectamente al romance entre los protagonistas.
En segundo lugar, la autora ha establecido un juego interesantísimo para el lector: Noemí, la protagonista femenina, sabe quién es Víctor y sabe por qué le odia. Víctor, el protagonista masculino, no sabe quién es Noemí y ni por qué ella le odia. Pero ambos se van enamorando.
¿CHICO MALO Y CHICA BUENA?
Justo charlaba hace un rato, con un club de lectura, acerca del prototipo de chico malo/ligón. Si este tipo de personaje sigue existiendo es porque el público lo sigue demandando. Paloma también lo ha utilizado en su historia, pero, a sabiendas del poder de influencia que este tipo de personaje puede tener sobre el lector, le ha llenado de valores positivos. Víctor es un hombre ligón, sí, pero que respeta por encima de todo a las mujeres. ¿Una especie de feminista ligón? ¿Podemos aceptarlo? A mí me encanta. Es una de las cosas que más he valorado en la novela de Paloma.
En cuanto a personajes femeninos, y por mucho que diga la RAE, los lectores ya no demandamos tanto lo convencional como lo actual. Queremos mujeres fuertes y no sumisas. En Otra vez a tu lado, Noemí es una mujer que se ha hecho a sí misma, que entró sin ayuda de nadie en la Academia de Policía y que tiene muy claro, tal y como ella dice, lo que quiere y lo que no quiere en su vida. De origen alemán, es fría como el hielo... Sobre todo para Víctor.
EL CONFLICTO Y EL CLÍMAX
La tónica del libro es el tira y afloja de los personajes a lo largo de la investigación. Víctor está decidido a conquistar a Noemí, y Noemí está decidida a no abrir su corazón a alguien que le hizo tanto daño en el pasado.
En la novela romántica, el conflicto debe centrarse en la historia de amor y así ocurre en Otra vez a tu lado, aunque con mucha destreza, Paloma también ha incluido un conflicto secundario en la trama policiaca paralela.
Como lectores, en Otra vez a tu lado, asistimos a una trama en donde no sabemos en qué momento el protagonista masculino descubrirá qué relación pasada tiene con ella; a una trama que irá rompiendo las corazas que impiden que triunfe el amor; y, por último, también seremos testigos de una historia en la que se debe atrapar al malvado, el traficante internacional que traerá de cabeza a la pareja de policías.
¿Es predecible la historia de Paloma Pérez? Es una historia de amor. Paloma ha combatido el cliché de predecible añadiendo las subtramas no solo a través de los elementos policiales, sino también usando pequeños misterios en la relación de pareja.
UNA BUENA FRASE DE AMOR
Los diálogos me parecen esenciales en cualquier género literario, pero en una novela romántica más. No me gustan las novelas románticas que caen en flirteos infantiles o evidentes. Prefiero diálogos inteligentes, dardos ardientes y, a veces, envenenados. Solo me gustan los diálogos que proponen algún tipo de actividad mental a mi cerebro y Paloma los tiene. Además, una novela romántica necesita épicas frases románticas y Paloma, también, las tiene.
Una de las recomendaciones que suelen darse a aquellos que quieren escribir novela romántica es que los diálogos deben reflejar los sentimientos de los personajes. Lo que yo traduzco en que los diálogos deben ser intensos. Y cuando digo intenso, no me refiero a empalagosos, sino que aquello que de las conversaciones surjan chispas.
Otra vez a tu lado no tiene un solo diálogo descolgado, un solo diálogo de relleno ni un solo diálogo empalagoso. Son conversaciones maduras y bien trabajadas que nos hacen disfrutar mucho más de la acción.
UN LIBRO CON CHISPA
Víctor, el protagonista masculino de Otra vez a tu lado, dice durante la obra que para fijarse en una mujer, independientemente de su físico, necesita que esta tenga chispa. A mí con los libros me ocurre igual. Por suerte, los libros de Paloma Pérez la tienen y, por supuesto, Otra vez a tu lado también, aunque más que una chispa, es todo un incendio de intenciones.
| Por cierto, una novela romántica que no me gustó: Hopeless, de Colleen Hoover (de mis primeras reseñas) |
7 Comentarios
No me gusta la novela romántica, para mí es siempre lo mismo, no hay sorpresa alguna; pero si está bien hecha no la crítico, al menos si aporta algo nuevo que la haga interesante...🙄😁💋
ResponderEliminarParece que esta novela tiene amor y además, esa trama de intriga dada la profesión de ambos. Mi lista de pendientes ha crecido considerablemente en estos días en vez de reducirse, ja ja.
ResponderEliminarBesos :D
No soy lectora de novela romántica, simplemente porque no me gusta. Algunas de ellas están mal escritas y mal estructuradas. Personalmente, no me aportan nada; pero respeto los gustos de todo el mundo. Un beso.
ResponderEliminarHola Reina! Debo confesar que soy de las que bufan, pero por algunas malas experiencias no meto todo en la bolsa, si la veo te recordare que ya la anote y puse puntos de asteriscos, gracias por tu maravillosa entrada es un placer leerte.
ResponderEliminarPues la verdad es que de novela romántica me gustan las decimonónicas. Las actuales me llaman menos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha parecido muy interesante cómo has iniciado la entrada.
ResponderEliminarSí, confieso que he suspirado porque estamos otra vez ante lo mismo, y en respuesta a "¿Lo hacemos acaso con los thrillers (como Escrito en el agua de Paula Hawkins) o las novelas históricas (como El legado de los Cohen de Gema Marín)?" Mi respuesta es sí, también lo hago, a no ser que en la sinopsis me muestren que tienen algo diferente. Soy muy exigente con los tópicos.
"Los lectores de romántica cada vez exigen planteamiento más arriesgados y diferentes" No estoy muy de acuerdo con esto. Por mi parte lo hago, no soy de leer una nvoela de este género si no presenta elementos diferenciadores, pero por otra parte, la mayoría de bloggers que leo se conforman con los elementos de siempre, siempre y cuando la historia de amor tenga sentimiento.
"Paloma ha combatido el cliché de predecible añadiendo las subtramas" Qué quieres que te diga, no me parece muy innovador, sé de muchas otras novelas románticas con subtrama policial, véase: https://es.babelio.com/livres-/suspense-romntico/12179
En conclusión, va a ser que no me animo, pero de todas formas, darte la enhorabuena por la entrada. No quiero parecer una hater, solo me gusta debatir y me ha encantado cómo has defendido una novela con tantos clichés y que me parece tan normalita.
Un saludo de,
una Laura criticona.
Buen artículo Reina... a ver yo te reconozco que leo romántica de vez en cuando, pero las más de las veces me suelo pillar unos cabreos del quince, porque las relaciones noveleras son tela de tóxicas... pero es lo que digo siempre, no saludable no vende literatura. Y seguiré leyendo. Anoto tu sugerencia. Un beso
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